Los daños que causó el sismo en la región significaron una prueba crucial para las autoridades del estado, en materia de atención a emergencias
Cuernavaca, Mor.- El sismo del 19 de septiembre pasado cambió el panorama y nos condujo a una nueva realidad, una que dicta estar alerta ante lo inesperado y, por lo tanto, a fortalecer la cultura de prevención en todo el país.
En el caso de Morelos, antes del terremoto no estaba considerado dentro de una zona de alta sismicidad; ahora se sabe que frente a la naturaleza, todo es posible.
Jesús Alberto Capella, comisionado Estatal de Seguridad Pública de Morelos comenta para Alcaldes de México lo que aún falta por hacer en el estado, pero también la forma en cómo, a pesar de la sorpresa, las instituciones pudieron articular respuestas rápidas que evitaron daños mayores ante la emergencia.
Refiere que se implementaron tres estrategias, en tres etapas, para atender la emergencia. La primera parte se enfocó en dos aspectos fundamentales: apoyar las labores de rescate de las posibles víctimas y resguardar la seguridad de los ciudadanos. Evitar un daño mayor al patrimonio de las familias, así como situaciones de violencia o anarquía por el caos del momento, se convirtieron en una prioridad.
“La segunda fase consistió en apoyar la seguridad en los albergues; la custodia de los víveres y suministros que venían de otras regiones del país para que los vehículos llegaran a su destino.”
Al mismo tiempo, para contribuir a la disminución del estrés entre la población afectada, el comisionado de Seguridad Pública gestionó la presencia de “la orquesta del Mando Único para llevar música a los albergues y organizó sesiones de equinoterapia para menores de edad, impartidas por la Policía Montada”.
La tercera etapa, detalla el funcionario, se enfoca en la reconstrucción: “Por un lado, hay que seguir ejerciendo labores de custodia del patrimonio familiar y seguridad en los albergues, y por otro hemos creado una unidad con cerca de 40 elementos que tienen conocimientos en áreas de construcción, como albañilería, plomería y electricidad, entre otras. Funcionan como cuadrilla para apoyar zonas específicas en la reconstrucción de viviendas”.
La emergencia vivida obliga a replantear el papel y las estrategias que deben desarrollar las policías en el país, con miras a diversificar las facetas en las cuales puedan responder a las necesidades de los ciudadanos, advierte Jesús Capella.
“México se encuentra en una zona de alta sismicidad debido, según las amplias explicaciones que los expertos han dado, a la interacción de cinco placas tectónicas: la de Norteamérica, la de Cocos, la del Pacífico, la de Rivera y la del Caribe, por lo que, de acuerdo con datos del Servicio Sismológico Nacional (SSN), en el país ocurren, en promedio, 40 sismos al día.”
Es un indicador de alerta, ante el cual es preciso fortalecer la cultura de prevención y los protocolos de reacción inmediata.
Al hacer una radiografía de las zonas afectadas en Morelos, Jesús Capella detalla que de los 33 municipios del estado, 20 fueron afectados, y de éstos 13 registraron daños graves, particularmente cinco: Jojutla, Zacatepec, Miacatlán, Ocuituco y Tepalcingo son los que resultaron con una afectación crítica.
En cuanto a damnificados, al cierre de esta edición no se tenía la cifra exacta, pero se contabilizaron 16 mil viviendas dañadas y cerca de 252 escuelas afectadas. “Seguiremos resguardando los bienes patrimoniales que aún conservan estas familias y apoyaremos todas las actividades de orden social y humanitario, para abatir al máximo los posibles conflictos derivados de carencias provocadas por la crisis.”
De acuerdo con la explicación del funcionario, la Comisión Estatal de Seguridad Pública se ha coordinado con el DIF, apoyando a las áreas de desarrollo social para enfrentar la “crisis humanitaria que hubo en los primeros momentos y han atendido a todas las dependencias del gobierno del estado y a los gobiernos municipales que han solicitado su intervención”.
Asimismo, explica que el patrimonio cultural e histórico fue el que sufrió mayores daños. “El corredor de conventos e iglesias más antiguos, entre los que destacan 11 templos declarados por la Unesco Patrimonio Mundial, quedó sumamente dañado, lo cual genera una afectación colateral a la industria turística, que reclutaba y apoyaba a una cantidad importante de familias morelenses dedicadas a la atención de visitantes y turistas en esa zona.”
Lo importante ahora, subraya, es apoyar las labores en áreas específicas del gobierno del estado y el Federal, que están tratando de incentivar, a través de otras actividades económicas, el desarrollo productivo de estas familias, que no sólo perdieron su vivienda sino también su fuente de empleo.
MEJORAS IMPLEMENTADAS
El comisionado Estatal de Seguridad Pública de Morelos comparte que en los últimos cinco años se han fortalecido las capacidades para reaccionar a situaciones previstas e imprevistas. Se cuenta ahora con el Escuadrón de Rescate y Emergencias Médicas y con el Centro de Coordinación, Control, Comando y Comunicación y Cómputo (C5) de Morelos, como herramientas para una atención más eficiente en el estado.
El funcionario puntualiza que el C5 cuenta con mil cámaras, arcos lectores de placas que conectan todas las áreas, tanto del Gobierno Federal como estatal, para atender emergencias. A la fecha, “el C5 sigue siendo la sede de atención de las emergencias generadas el 19 de septiembre. Desde este punto se logró tener contacto con los 33 alcaldes para hacer un balance rápido de los daños sufridos y la atención que se requería.
De no haber existido el C5, se habría generado un caos mayor del que se registró aquel día. Jesús Capella afirma que “este Centro permitió tener imágenes de la emergencia y, por tanto, una mejor coordinación para atenderla”.
Aun así, acepta que falta equipamiento para robustecer el C5, por lo que aspira a contar con mil cámaras más en el estado y con 5 mil radios de comunicación para la policía, pero son inversiones que deben proyectarse para los próximos seis años. “Lo que se ha desarrollado durante los últimos cinco años de esta administración ha sido suficiente para atender una crisis para la cual Morelos no estaba preparado porque esta zona no era considerada de actividad sísmica”. Estima que el siguiente gobierno de la entidad debe seguir esta ruta.
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