Los recursos municipales pueden provenir de la actividad económica, los mercados que generen, el uso de suelo y los atractivos turísticos que ofrezca la ciudad, aunque las autoridades deben regular los impuestos que se cobren
Para que un gobierno local pueda gozar de sanidad en sus finanzas requiere poner atención en su cultura tributaria, así lo refiere Carmenza Saldías Barreneche, experta en planificación y administración del desarrollo regional.
La ex directora de Planeación Distrital del ayuntamiento de Bogotá, Colombia, asegura que las ciudades tienen capitales importantes para obtener ingresos con los cuales atender las demandas de manera efectiva, y se encuentran en las personas. “Donde hay personas, hay necesidades y donde éstas existen, hay mercados por abastecer” y es en ese aspecto en el que cualquier gobierno puede cobrar una porción de impuesto, siempre y cuando se transforme en inversión.
Los recursos municipales, apunta, pueden provenir, además de los habitantes, de la actividad económica, los mercados que generen, el uso de suelo y los atractivos turísticos que ofrezca la ciudad, aunque las autoridades de cualquier orden de gobierno tienen la encomienda de regular los impuestos que se cobren y distribuir obras con equidad.
“Vienen turistas a la ciudad, encuentran museos abiertos y demás atractivos, pues pueden pagarlos, el gobierno puede cobrarles algo significativo, no oneroso; pero el panorama cambia si se percatan de que a los dueños de los hoteles no se les cobra ningún impuesto, por ejemplo, entonces tampoco querrán pagar”, explica.
Saldías Barreneche manifiesta que la opción más viable en cuanto a recaudación está en el catastro, pero la planeación en ese aspecto le ha tomado a cada gobierno alrededor de una década, tal como sucedió en la ciudad de Bogotá, donde todo el territorio está bajo control administrativo. “El alcalde gobierna sobre los que están en el mapa catastral y para una ciudad que existe. Sabe el gobierno cuánto vale cada centímetro cuadrado de su extensión territorial, que es para todos los habitantes.
“Una administración consciente y que vigila a dónde se reparten los recursos entre la población, es aquella que mantiene sus finanzas sanas; por ello la ciudadanía también tendrá actividad y derecho a reclamar sobre el destino de los impuestos que confirió al municipio”, sostiene.
EL IMPLAN COMO AUXILIAR
A través de la participación ciudadana, la figura del instituto municipal de planeación (Implan) adquiere un papel determinante en las finanzas sanas del ayuntamiento, pues a través de él puede observarse con transparencia las obras y los proyectos que establezcan, refiere Luis Alberto Campos Hinojosa, director de Planeación Urbana del Implan de Torreón, Coahuila.
Al poner en una plataforma abierta los datos e información, obligas al municipio para que presente proyectos y programas formales “sin ocurrencias, ni que se lo hayan sacado de la manga”.
El municipio de Torreón, ejemplifica, ha sido muy participativo mediante sus consejos de transparencia y finanzas que fiscalizan el destino de los recursos locales hacia obra pública y planes establecidos desde el Implan.
Campos Hinojosa refiere que los lineamientos de cada obra están disponibles y en formatos fácilmente descargables para cualquier persona en el portal del ayuntamiento de Torreón y del Implan, lo que representa “aspectos en los que hemos tenido avances significativos, aunque todo surge desde la participación ciudadana”.
Mediante la transparencia, el ciudadano ha obligado al municipio a demostrar en qué se ha invertido el gasto y cuáles han sido sus ingresos, aunque no se deja de lado la labor de la Auditoría Superior del Estado (ASE), añade el directivo del Implan Coahuila.
IMPUESTO A LA INFORMALIDAD
La Federación y los gobiernos locales deben centrar su atención, además del cobro al impuesto predial, previo a un análisis catastral, en el sector informal, donde existe una oportunidad para obtener más ingresos sin esperar la designación de participaciones federales, menciona Mariana Campos, coordinadora del Programa de Gasto Público y Rendición de Cuentas del Centro de Análisis de Políticas Públicas México Evalúa.
El cobro del impuesto predial, al ser una facultad de los municipios para adquirir mayores recursos, es una opción para el fortalecimiento de las finanzas públicas locales, pero también lo es el cobro de impuestos a comerciantes que trabajen en la informalidad, sugerencia que ha sido reiterada por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
Al respecto, Mariana Campos sostiene que “en algún momento las autoridades tienen que ver de qué manera las personas que se desenvuelven en el sector informal pueden contribuir al sistema tributario”.
Pese al incremento de 2.2 por ciento para el Ramo 33, correspondiente a las aportaciones federales, la recomendación es que los gobiernos locales blinden del uso político la entrega de transferencias y subsidios con el fin de contribuir a mejorar la calidad del gasto público, agrega Valeria Moy Campos, directora General de México ¿Cómo Vamos?
Cabe mencionar que dicho aumento, transitó de 616 mil 286 millones de pesos (mdp), otorgados para este ejercicio fiscal, a 650 mil 571 mdp para el siguiente.
Al Ramo 33 lo conforman rubros correspondientes al fortalecimiento de las entidades federativas y los municipios, que también comparte con servicios de salud, asistencia social, seguridad pública, combate a la pobreza, nómina educativa, educación tecnológica y de adultos e infraestructura social.
“La fórmula que se utiliza para asignar estos recursos no considera el ambiente financiero que se vive a nivel federal. Es necesario crear fórmulas que incorporen de mejor manera la realidad fiscal y repensar el Federalismo”, opina la experta en presupuesto y rendición de cuentas de México Evalúa.
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