Subejercicio, le llaman los especialistas. En marzo de 2013 alcanzó la cifra de 10.8 por ciento del presupuesto de la Federación y, para abril, las señales de alarma se encendieron cuando se publicaron los datos. En ese momento, el fenómeno se atribuyó a la transición administrativa por el cambio de sexenio y las autoridades hacendarias se comprometieron a abatirlo antes de que terminara el primer semestre. Sin embargo, en agosto, el problema continuaba.
El gasto público era 2.7% menor al ejercido en el mismo mes de 2012. La definición de la palabra tan de moda el año pasado es: “Un gasto menor al programado originalmente, no únicamente en términos del gasto total, sino también del flujo del gasto a lo largo del tiempo establecido”, explica en entrevista Gustavo López Montiel, profesor investigador del Departamento de Estudios Jurídicos y Sociales del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM) Campus Ciudad de México.
Como sea, las implicaciones del asunto son económicas: le afecta al crecimiento.
La Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) reveló que la inversión pública que se dejó de ejercer entre enero y septiembre de 2013 sumó 28 mil 143.2 millones de pesos (mdp), lo que representó un subejercicio de 9.5 por ciento de la inversión física del sector público presupuestario sin aportación de Petróleos Mexicanos (Pemex).
Esto significa que hubo menos obras sociales, menos gastos y un apretón del cinturón en los tres niveles de gobierno. ¿Cómo afectó esto a los municipios y a sus proveedores? El impacto más relevante fue en la falta de liquidez de las empresas proveedoras de los diversos gobiernos, así como la falta de flujo y recursos de las cadenas productivas subsecuentes, advierte el académico del ITESM.
En tanto, Faustina García, vicepresidenta Nacional de Comités, Comisiones y Representaciones, de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra), precisa a Alcaldes de México que no hay un censo de lo que los afiliados a esta agrupación le venden a los ayuntamientos y, por lo tanto, no es posible cuantificar el daño económico a las empresas por el subejercicio.
La dirigente empresarial agrega que el principal termómetro es la opinión de los empresarios, que hacen su comparativo de ventas del año pasado con el anterior y se dan cuenta de que sus transacciones comerciales han bajado. “El asunto no es la venta en sí, sino cobrar. Los plazos de pago de los gobiernos de los tres niveles a veces son largos, y en otras ocasiones tienen un sistema de gestión de pago muy rápido”, enfatiza.
García subraya que hay plazos que se pueden ir hasta 90 días; esto, pese a que un lapso comercialmente decente es de 30 días, que es dentro del margen aceptable para las micro, pequeñas y medianas empresa (Mipymes).
Rodrigo Alpízar Vallejo, presidente de la Canacintra, menciona reiteradamente que el gasto público, en particular el destinado a la inversión física, es uno de los principales motores del mercado interno y, por ello, el subejercicio afectó la operación de por lo menos 30 mil empresas proveedoras de entidades gubernamentales, que tuvieron retrasos mayores a 60 días en el cobro de sus facturas.
El dirigente puntualiza que la mayoría de las empresas afectadas por el retraso en los pagos del gobierno fueron Mipymes, mismas que constituyen la columna vertebral del aparato productivo formal y tienen una necesidad más urgente de recursos, así como una menor capacidad para hacer frente a ese tipo de eventualidades.
También precisa que las principales afectaciones fueron a nivel municipal.
Municipios a salvo
Gustavo López Montiel advierte que “el daño real a los municipios, en términos de recursos, varió dependiendo de la forma en que los estados cubren la falta de inversión.
El subejercicio no se dio, hasta donde se ha reportado, en los ramos y partidas destinadas a estados y municipios, sino en aquellas de gasto del Gobierno Federal”.
Encarnación Porfirio Ramones, secretario de Finanzas de San Pedro Garza García, Nuevo León, considerado uno de los municipios más ricos del país, descarta en entrevista que a su ayuntamiento le haya afectado el subejercicio. “Nos manejamos con las participaciones del Ramo 28 y el alcalde Roberto Ugo Ruiz Cortés consiguió recursos para 2013 por arriba de 200 mdp etiquetados.”
Agrega que “en San Pedro Garza García tenemos muy alta eficiencia de recursos propios, una de las más altas del país. Hay una cultura de pago muy buena. En predial cobramos arriba de 85 por ciento, casi 90 por ciento de la facturación, cifra que es de las más altas a nivel nacional”, asegura.
El funcionario reconoce que el subejercicio se reflejó más en os estados que en los municipios, y agrega que a veces este fenómeno se debe a la falta de eficiencia. “Si está el recurso, hay que ejercerlo. A nosotros nos llegó el recurso que el alcalde Ruiz consiguió en la Federación y hubo que ejercerlo porque de lo contrario había que regresarlo”, indica.
Por su parte, Faustina García reconoce que es difícil saber a cuántos municipios les afectó y de qué manera, ya que, con sus honrosas excepciones, reina la opacidad tanto en ellos, como en los gobiernos estatales.
No fue noticia
Arnoldo López Marmolejo, economista Principal de Análisis Macroeconómico de BBVA Bancomer, precisa que ya se esperaba que en 2013 el gasto público fuera menor al de 2012, debido a que se buscaba un déficit cero en el presupuesto. “No hubo un subejercicio en términos de una decisión para retrasarlo, simplemente ciertas circunstancias causaron ese efecto”, afirma.
La consecuencia de ello fue un menor crecimiento, “el gasto se cayó, tanto el que denominamos corriente como el destinado a infraestructura; es decir, en obras de ingeniería civil como caminos, carreteras, puentes, etcétera”, asegura.
Otro de los sectores que pudo verse afectado debido a su gran vinculación con los gobiernos municipales es uno que forma parte de Canacintra, “el famoso de las tecnologías de la información y comunicación (TIC), que trabaja mucho con gobiernos municipales y estatales, así como con secretarías de Estado, proveyendo soluciones de tipo tecnológico”, menciona Faustina García.
Panorama positivo
Para el presente año el horizonte se vislumbra diferente. “Estamos seguros de que la economía del país mejorará, lo que hace que ésta repunte es el fortalecimiento del mercado interno y de las cadenas productivas; es decir, que los municipios beneficien con sus obras, por ejemplo de infraestructura, a las Pymes. Eso potencia el mercado interno e incrementa el porcentaje de crecimiento de la nación”, sostiene la dirigente empresarial.
En los últimos meses de 2013 se observó una aceleración en el uso del gasto público, por lo que se espera que se haya cumplido cabalmente con el gasto presupuestado, en parte también por la necesidad de reparar los daños provocados por los huracanes Ingrid y Manuel, explica Arnoldo López Marmolejo.
Para 2014 lo que se plantea es mayor gasto público, y “lo que sí esperaríamos es que los estados y municipios tengan más recursos, algo que seguramente sucederá. A ello contribuirán ciertas medidas: una de éstas es la aprobación para que del 7.5 por ciento del impuesto sobre las utilidades de las empresas mineras, 50 por ciento se transfiera a los municipios, 30 por ciento a los estados y 20 por ciento a la Federación. Sin duda esto beneficiará particularmente a las localidades donde hay producción minera”, dice el economista de BBVA Bancomer.
Éste es un buen ejemplo de la canalización de mayores recursos para entidades y municipios, que no existía en el ejercicio presupuestal de 2013, concluye López Marmolejo
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