El uso faccioso y partidista de los recursos públicos dedicados al desarrollo social no sólo se da en los regímenes autoritarios, sino también en los democráticos, sobre todo en los que existen situaciones de pobreza extendida. El clientelismo, el corporativismo y el patrimonialismo pervierten la democracia.
En ese sentido, para mejorar la calidad de la democracia es requisito fundamental combatir esas prácticas, para que el ciudadano pueda ejercer a cabalidad su libertad y su autonomía. Por ello, son necesarios instrumentos que permitan diagnosticar el fenómeno de la manipulación política de los recursos públicos, y sobre esa base establecer normas y políticas dirigidas a desterrar ese problema. Justamente en este volumen se presentan los resultados de una encuesta realizada en México entre beneficiarios, no beneficiarios y operadores de programas sociales, sobre sus experiencias y conocimiento de prácticas de condicionamiento, inducción o coacción del voto y de las medidas para prevenirlas.
Esta información, sin duda, es un insumo importante para establecer medidas legales e institucionales para evitar una de las vertientes más notorias de la manipulación política.
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