Publicado originalmente a finales de la década de los ochenta, este es uno de los libros más completos que se han publicado acerca de campañas electorales, de las que aporta una visión de conjunto difícilmente igualada en otros textos sobre el mismo tema. Para ello, en la primera parte se aclaran los fundamentos teóricos y conceptuales de lo que significa este relevante aspecto de la actividad política —la que, podríamos decir, se encarga, en buena medida y entre otras cosas, de la construcción de la legitimidad— hasta puntos muy particulares que pudieran parecer carentes de importancia (por ejemplo, la forma de saludar).
El libro consta de seis partes en las que se resumen las principales etapas para ejecutar una campaña electoral exitosa: primera, la conceptual, ya mencionada, en la que se destaca que aquélla es, esencialmente, una forma de comunicación política persuasiva que se establece entre los candidatos y los electores. La segunda está dedicada a la investigación, que es la búsqueda de los datos objetivos y más precisos que existan acerca del espacio donde se llevará a cabo la elección, lo que permitirá contar con la información necesaria para la planeación y la toma de decisiones.
Al plan de campaña está dedicada la tercera parte, en la que se explica la forma de elaborar ese importante documento, en el que se debe estipular lo que debe hacerse para obtener los votos suficientes y lograr el triunfo en la elección. Es una de las partes fundamentales, debido a que aquí se definen aspectos torales como la estrategia y el presupuesto. La siguiente parte detalla el desarrollo del plan, que es la ejecución de aquel documento, que va desde la integración del equipo de campaña hasta el manejo informativo del candidato.
La quinta parte abarca desde la forma en que el candidato debe tratar a los electores en encuentros personales, hasta la administración de los recursos, pasando por otros aspectos importantes como la colecta de fondos y la campaña negativa. Finalmente, en la última parte se abordan dos etapas cruciales: la jornada electoral y la defensa del voto; si esta última fase no es bien preparada, puede perderse en la mesa una elección que se haya ganado en las urnas.
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