Por Marco Hernández*
Los gobiernos deben dar paso a nuevas formas de gobernar, bajo la premisa de generar acuerdos y redes de colaboración estratégicas con el sector privado y social, que propicien la construcción y sostenibilidad de la confianza y cooperación en el corto, mediano y largo plazo.
Los gobiernos, el sector privado y la sociedad civil enfrentan desafíos en la articulación de los dinámicos y complejos sistemas actuales, lo que abarca problemas de coordinación en la toma de las decisiones y la realización de acciones.
La pregunta aquí es: ¿Qué beneficios hay de una relación de coordinación y cooperación entre los sectores público, privado y social? Significativamente, hay una mayor eficiencia en la participación, formulación y gestión de políticas públicas. Es decir, es una forma más horizontal para coordinar y alinear la acción de los diversos agentes involucrados.
Foto: Fripik
Una alianza entre los agentes públicos y privados se traduce en contar con redes institucionales de acción colaborativa, lo cual puede ser visto como un mecanismo efectivo en la toma de decisiones y la asignación de recursos en situaciones que representan alta complejidad.
En este sentido, es importante encontrar y/o generar un punto de convergencia de intereses compartidos. Hay tres puntos clave para la construcción de relaciones de confianza y cooperación estratégica entre los sectores público, privado y social:
-
Crear métodos de coordinación de acción público-privada:
Es una tarea compleja pero no imposible, la coordinación de acción ayuda a los sectores público privado a:
- Participar y organizarse para determinar objetivos comunes de desarrollo de la región.
- Propiciar la integración de nuevas expectativas, conocimientos y cultura de los principales agentes. Así, se pueden llevar a cabo análisis más integrales de los problemas, necesidades y capacidades.
- Cambiar y reorientar la cultura de las instituciones y organizaciones en función de objetivos de desarrollo y formación.
- Disminuir la burocracia al ponerse de acuerdo sobre los aportes de recursos y medios de cada agente para lograr los objetivos definidos en común.
-
Adhesión permanente a la gestión del conocimiento:
Mantenerse en un proceso constante de identificar, encontrar, clasificar y usar de un modo eficiente y eficaz el conocimiento y las experiencias acumuladas público-privadas genera:
- Gestión de acciones encaminadas a la evaluación del conocimiento que se genera, con énfasis en aquél que les permite ser más competitivos en términos de reducciones de tiempos de respuesta, adaptación a entornos complejos y /o el desarrollo de nuevos proyectos en beneficio de la sociedad en general.
- Costo – beneficio evidente en los resultados obtenidos, derivados de una debida y correcta diligencia en la gestión del conocimiento.3. Unidades de conocimiento público-privadas para la captación de ideas, creación de incentivos que promuevan la creatividad e innovación, con posibilidad de ser explotado en nuevos proyectos o un reto público planteado.
- Evaluación del desempeño y la difusión permanente de resultados que son de carácter estratégico y contribuyen a incrementar una ventaja competitivas.
-
Nuevo entorno y forma de actuación para la administración de proyectos:
Los cambios en los estilos de gobernar, coordinar o tomar decisiones, no son exclusivos de la esfera gubernamental, de hecho, los gobiernos corporativos privados, se enfocan en las necesidades de mejorar las formas de gestión. De propiciar nuevos entornos y formas de actuación, esto se traduciría en:
- Una red local con funciones estratégicas centralizadas en varias direcciones, que los mantendrá en una constante evolución regida por la innovación y la adecuabilidad de los rendimientos obtenidos por los involucrados.
- Calidad de los productos y servicios, la sostenibilidad ambiental y la responsabilidad social empresarial.
- Considerar mejor las necesidades con la finalidad de intentar construir mejores respuestas, respecto de cómo relacionarse gobierno/empresa y a su capacidad.
- Asegurar el cumplimiento de los proyectos en los que se precisan objetivos metas, tiempos y la eficiencia de recursos, esto a través de la organización de todos los involucrados.
Por último, los tres puntos clave para la construcción de relaciones de confianza y cooperación estratégica entre los sectores público, privado y social mencionados anteriormente, no se pueden realizar si no eliminamos la resistencia al cambio y reemplazamos los modelos que no han sido efectivos para la correcta articulación público- privada.
Dar paso a nuevos y mejores sistemas de gobernanza colaborativa, herramientas e instrumentos que creen entornos aptos para la participación de los diversos actores de la sociedad con liderazgo, integridad y transparencia se traducirá y reflejará en resultados positivos de alto impacto.
*Marco Hernández.
Es responsable de las Alianzas Público-Privadas LATAM de la Iniciativa Regional Knowledge for Results (K4R)- de la División de Innovación para Servir al Ciudadano del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Tiene experiencia en asuntos públicos y privados en los campos de la simplificación administrativa, innovación, mejora regulatoria, digitalización de servicios y desarrollo empresarial.
Se ha desempeñado como Titular de Gestión Empresarial de la Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo de Guadalajara, así como analista de datos y perfiles políticos en Sí por Jalisco.
LinkedIn: https://www.linkedin.com/in/marco-hernández25aaaa1a4/
Correo: [email protected]
0 comentarios