El director ejecutivo del Instituto para la Economía y la Paz en Estados Unidos, Aubrey Fox, declaró que los niveles de paz en México tuvieron una mejora de 16% en los últimos tres años, sin embargo, las altas tasas de impunidad en el país, impiden que los ciudadanos confíen.
El factor principal para que los ciudadanos no guarden percepciones positivas es la impunidad, y es ese mismo factor el que desemboca en bajas tasas de denuncia respecto a los crímenes cometidos, afirmó Fox.
En el informe del Instituto se afirma que la eficiencia del sistema judicial mexicano hace ver que las tendencias son preocupantes y que la impunidad en el país alcanza niveles sin precedentes.
La cifra de homicidios en relación a las condenas por el delito, aumentó más del doble, al pasar de una condena por cada 1.45 homicidios de 2006, a los 3.43 homicidios por cada condena que tenemos actualmente.
En 2003 México encarcelaba a 210 personas por cada 100 mil habitantes, y actualmente son 104. Esto está relacionado con la disminución de delitos, pero también a que los “Ciudadanos no quieren denunciar”, debido a que no confían en las instituciones, y esto provoca que los crímenes sean ignorados por falta de conocimiento, y las autoridades no puedan actuar.
Fox, recalcó que “Sólo el tiempo nos dirá, llevará años dar seguimiento a los datos para poder entender si es un cambio temporal en México, o si su paz va a continuar mejorando para llegar a una tasa más elevada”.
Cabe señalar, que la tasa de homicidios bajó un 30 por ciento, mientras que la actividad delictiva organizada un 25 por ciento y los delitos violentos un 12 por ciento.
Por otra parte los delitos cometidos con armas de fuego, subieron 11 por ciento, y tienen una problemática que va más allá de lo nacional, ya que se relacionan con tráfico de armas internacionales con el país del norte.
Hay un impacto económico por causa de la violencia en México, y se estima que es de tres billones de pesos, que representa 17.3 por ciento del producto interno bruto.
El sureste es la región más pacifica según el estudio, mientras que el norte es calificado como la zona más violenta, pero la diferencia es por menos de lo registrado en 2006.
Los estados más tranquilos son Hidalgo, Yucatán, Querétaro, Campeche, Tlaxcala y Chiapas, y los más violentos son Guerrero, Morelos, Sinaloa, Michoacán y Guanajuato.
El informe del IEP se realiza cada año y medio. Se hace a partir de los datos oficiales que conciernen a siete aspectos, entre los cuales se encuentran homicidios, encarcelamientos, financiamiento de las fuerzas policiales y los delitos cometidos con armas de fuego.
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