El estado de Jalisco se asocia comúnmente con el concepto de zonas metropolitanas pudientes y una población mayoritariamente urbana, y como el gran productor de tequila del País. Sin embargo, probablemente poco se sabe de su intensa actividad ganadera, de sus campos agrícolas, que no sólo abarcan a grandes productores, sino que existen cientos, y quizá miles de pequeños criadores con historias de sobrevivencia únicas.
Estas actividades han colocado a dicho estado como el productor de leche más importante de México, sólo por debajo de la región de La Laguna, que integra la producción lechera de los estados de Coahuila y Durango.
Los Altos de Jalisco reporta un sinnúmero de pequeños fabricantes que pese a su tamaño, no se han dejado intimidar por la falta de recursos económicos, que a veces resisten la migración que les promete mejorar su precaria calidad de vida, y cuyo futuro generacional tiene perspectivas de desarrollo limitadas. Son pequeños productores que prácticamente subsisten por medio de tiendas de raya donde canjean su producción por forrajes y medicinas. A veces el pago de lo que producen muestra retrasos de 3 a 4 meses.
La primera vez que el productor de lácteos de origen francés, Grupo Danone, esbozó las vías para encontrar fuentes de proveeduría confiables, que a la vez fueran compatibles con su objetivo de apuntalar proyectos sustentables y que en el tiempo pudieran significar un progreso económico para las comunidades, fue mediante un plan dirigido a productores de caña de azúcar que también produjeran leche.
Este primer proyecto se localizó en Tala, municipio de la Región Valles, al sur de Jalisco. El primer descubrimiento fue que los ciclos de la actividad de la caña de azúcar y los de leche eran totalmente diferentes y que los campesinos de la zona no tenían arraigo alrededor de la cultura de generación del lácteo, lo que iba a provocar mayores riegos.
Conjuntar intereses alrededor de todo un sistema de producción de leche que además incluyera pequeños productores y sus necesidades, no era sencillo. A través del Fondo Ecosysteme, Danone tenía el recurso con 15 millones de pesos disponibles. El punto era comenzar a tocar puertas para dar viabilidad a un proyecto que buscaba un beneficio común. Y aunque el primer plan no había sido el óptimo, la experiencia nunca se tradujo en una sensación de fracaso.
“No nos dimos por vencidos. Si el problema era la cultura de la producción de la leche me puse la tarea de ir a donde ya la tenían. Tomé mi auto y fui con un productor grande a buscar y ver qué encontraba.
Esos fueron los primeros pasos del Proyecto Margarita”, relata Mariano Salceda, director de Abastecimientos de Danone de México.
Otra dinámica a vencer fue reunir a los fabricantes de menor tamaño en un solo grupo, ya que por lo general, estos se suman por cientos, es decir, están esparcidos por todo la región, lo que complica el proceso.
Desde sus cimientos, el proyecto promovió un modelo sustentable de producción de leche que incorporara a los pequeños productores de los Altos de Jalisco y sus familias. Las otras piezas fundamentales fueron la participación de Eduardo Ramírez, encargado de difundir el conocimiento técnico y el diseño del concepto de agronegocios, a través de la compañía Posta el Cuatro.
Por su parte, la organización no gubernamental TechnoServe participó en el proyecto al implementar una metodología de la Universidad de Harvard, que toma en consideración la capacidad de los productores para fabricar leche y realiza un perfil completo de cada uno de ellos, con el fin de identificar su compromiso con la iniciativa.
Otros participantes son la Unión de Ganaderos de Jalisco, como un impulsor del desarrollo regional; autoridades estatales como la Secretaría de Desarrollo Social local, e instituciones federales como el Fondo Nacional de Apoyos para las Empresas de Solidaridad (Fonaes y los Fideicomisos Instituidos en Relación a la Agricultura (Fira).
El gobierno municipal de Tepatitlán también se unió al esfuerzo y donó los terrenos para un centro de acopio donde los pequeños productores diariamente entregan en total 15 mil litros diarios destinados a la planta que Danone tiene en Irapuato, en el estado de Guanajuato, que venden a mayor precio debido a su calidad.
ASESORÍA Y TRABAJO
Si bien el Proyecto Margarita fue concebido años atrás y el municipio de Tepatitlán fue elegido por las características de la zona y sus productores, el primer paso fue conseguir de inmediato tanques de enfriamiento, ya que la primera pipa de líquido blanco que se produjo se echó a perder debido a la falta de esta previsión. En octubre de 2010, no obstante, se logró superar tal inconveniente y la producción de los pequeños fabricantes de leche de los Altos ingresó a la planta de Irapuato.
Expertos en la actividad aseguran que el fenómeno de la estacionalidad provoca que México sea deficitario en leche, pues las vacas producen menos cuando las temperaturas son altas o cuando hay demasiadas precipitaciones pluviales. La res debe crecer en un ambiente agradable y sin presión. Este escenario también está contemplado en los planes.
Los recursos por 15 millones de pesos para el Proyecto Margarita fueron otorgados a través del Fondo Ecosysteme de Danone, pero no por ello la empresa manejó de manera directa el dinero. La ONG TechnoServe se hizo cargo de su administración junto con otras figuras independientes, y no fue hasta esta última fase donde se incorporó la gestión de la empresa.
Mediante el fondo se construirán dos escuelas móviles para producir leche, se comprarán pipas recolectoras y se implementarán talleres y cursos de capacitación de otras actividades agrícolas, para que las familias de los productores no sólo dependan de la producción lechera.
Los recursos ya en mano, forman parte de un fondo revolvente llamado Rosca que involucra la participación de la organización TechnoServe, la Danone y un banco comercial, que a la fecha tiene un capital de 700 mil dólares que sirve de garantía para que la banca realice préstamos a los beneficiarios del proyecto y puedan aumentar su producción.
COMO UNA MARGARITA
Mariano Salceda explica que conceptualmente, Margarita es contar con un gran productor en el centro (de la flor) que produce de manera eficiente y que por sinergias y escalas de volumen ayuda a los más pequeños, que son los pétalos. Ese productor clave es Eduardo Ramírez, de Posta el Cuatro.
“Decidimos ir con Danone por su altos estándares y porque sus productos tienen un gran control de calidad. Si bien son empresarios, mostraron interés de apoyar un proyecto conjunto en Tepatitlán, donde hay gente de mucho compromiso y trabajo, pero donde no hay suficientes recursos”, comenta Ramírez en entrevista.
Gabriela Campuzano, coordinadora de TechnoServe, explica por su parte, que el Proyecto Margarita está diseñado para crecer en Jalisco y Guanajuato, donde la actividad lechera es la principal fuente de ingresos de los ganaderos de la región.
“TechoServe, Danone México y las organizaciones locales han trabajado juntas para encontrar alternativas sustentables para los pequeños productores”, sostiene.
A futuro, los retos por venir están relacionados con el objetivo de que los ganaderos de pequeños establos evolucionen a propietarios de un negocio en forma.
Cecilio Gutiérrez es padre de seis hijos y es un pequeño productor de leche que regresó a la actividad tras darse cuenta de las pobres expectativas que le ofrecía una fábrica en la que laboró hace tres años. Actualmente, la producción de sus 19 vacas le permite entregar al centro de acopio 200 litros diarios del líquido, aunque su meta es alcanzar los 300 litros o más. “Confío en el Proyecto Margarita porque pienso que podemos crecer”, asegura.
Para los próximos 5 años, la iniciativa buscará ampliar el número de participantes en la región de los Altos, de 50 a 150, y contar con una producción mínima de 150 mil litros de leche al día. A su vez, estima triplicar los ingresos de los pequeños ganaderos con base en mejorar la alimentación y la genética de las vacas, lo que redundaría en dos litros más de leche por res.
“Hay cualquier cantidad de necesidades y hay cualquier cantidad de oportunidades de hacer algo por ellos” remarca Mariano Salceda. El siguiente paso es replicar el modelo en Guanajuato, donde inicialmente invitará a otro grupo de 50 pequeños productores.
MUNICIPIO PARTICIPATIVO
La alcaldesa de Tepatitlán, Cecilia González Gómez, afirma que el municipio es atractivo debido a que tiene vías de comunicación eficientes, infraestructura, una adecuada planeación y control de usos de suelo, así como mano de obra suficiente y calificada. Además que los sectores de mayor crecimiento son el agropecuario, agroindustrial, manufactura e inmobiliario.
Con apenas seis años de carrera política, donde inició como regidora, a Gómez se le reconoce su sensibilidad para impulsar proyectos sociales. Afirma que en el caso de Margarita el ayuntamiento hizo el procedimiento correspondiente para donar el terreno donde hoy se encuentra el centro de acopio y el municipio también autorizó maquinaria para aplanar y hacer más seguro el acceso.
Otras obras de esta naturaleza se traducen en programas de infraestructura básica en zonas de marginación y renovación de zonas urbanas —obras de máxima calidad en zonas deprimidas—.
La alcaldesa, abanderada por el Partido Revolucionario Institucional (PRI), menciona que las obras de mayor envergadura en su gobierno son el acueducto presa El Salto-Tepatitlán, pues otorgará sustentabilidad en dotación de agua para Tepatitlán en un horizonte de 20 años, el Parque del Bicentenario, debido al rescate de un espacio público, y obras de infraestructura vial.
Entre los proyectos nuevos a desarrollar en Tepatitlán, destaca el acuaférico, una red de distribución de agua por sectorización, y la segunda etapa de infraestructura vial, ambos en la cabecera municipal.
0 comentarios