Expediente Abierto

► Cooperación Intermunicipal ♦ Opinión

Los tiempos cambian y la necesidad de establecer vínculos cada vez más cercanos y efectivos, tanto al interior como al exterior, ha permitido que los gobiernos establezcan planes de relaciones públicas para comunicar e incidir de una mejor manera entre los ciudadanos.

Las relaciones públicas, por definición, son un conjunto de acciones de comunicación estratégica coordinadas y sostenidas a lo largo del tiempo, que tienen como principal objetivo fortalecer los vínculos con los distintos públicos, escuchándolos, informándolos y persuadiéndolos para lograr consenso, fidelidad y apoyo de los mismos.

Es innegable que, ante el panorama actual en México, en los estados y municipios, hoy más que nunca, las áreas de comunicación social deben integrar, de forma consciente, estratégica y planeada, acciones de vinculación, comunicación y posicionamiento.

Proyectar una buena imagen de las instituciones, sus programas y estructura genera confianza y aceptación entre los ciudadanos y también entre los diversos stakeholders. Cuando esto pasa, los beneficios son mayores, por ejemplo, con un clima de confianza se puede lograr la atracción de inversiones, así como el apoyo a programas y la credibilidad de las instituciones, de esto y otras acciones se deriva el éxito de los gobiernos.

El reto es mayor, ya que con frecuencia encontramos que los mismos gobiernos no saben identificar cuáles son los programas, proyectos y acciones de alto impacto y nos vemos inmersos en una abrumadora difusión sin orden y sentido, por ende, los programas que son exitosos pasan a segundo término, es decir, pierden la oportunidad de impactar.

No olvidemos que una mala comunicación es un peligro eminente.

¿Qué acciones se deben contemplar en el desarrollo de las relaciones públicas gubernamentales?

• Generar y mantener la confianza de la población hacia las acciones y programas públicos.

• Desarrollar un programa de comunicación estratégica, no pautas, que tenga como finalidad informar a la ciudadanía las acciones cotidianas y especiales que, día a día, generan los entes públicos.

• Ponderar que los servidores públicos asuman una actitud de servicio hacia los ciudadanos.

Una premisa fundamental a la hora de “hacer” relaciones públicas es entender que la comunicación debe ser “INSTITUCIONAL”, manteniendo en primer orden la idea de que lo que estamos posicionando es la institución y sus programas y no a los titulares; en estricto sentido, al mantener informados a nuestros públicos de las acciones y estrategias, generamos, al mismo tiempo, una imagen de los funcionarios.

Las relaciones públicas gubernamentales son eficaces cuando logran la cohesión y la estabilidad social, movilizando, a la vez, el interés de los ciudadanos, haciéndolos protagonistas y responsables de la marcha de los programas públicos y, por ende, del poder político.

*Estratega en Protocolo, Relaciones Públicas y Comunicación. Contacto: [email protected]; https://protocoloceremonialyetiqueta.com/