Tips de Gestión
Placemaking: cómo detonar el potencial de los mercados públicos
A través de esta metodología, los actores del espacio público ponen en el centro a las personas, al considerar a la comunidad como experta en los mismos y, por ende, la guía en cada paso del proceso
►Por Isaías Ocampo
FOTO: DREAMSTIME
Entre los espacios públicos más importantes de una ciudad, principalmente para la economía local, se encuentran los mercados públicos, indispensables para el desarrollo económico a través de la producción y comercialización de alimentos y la provisión de servicios, con lo que se generan sinergias para el desarrollo local y la cohesión social, además de otros importantes beneficios como la generación de empleos.
Tan solo en la capital mexicana existen 329 mercados públicos, con aproximadamente 70 mil 636 locales, entre tradicionales, regionales y especializados, de acuerdo con un listado elaborado por la Secretaría de Desarrollo Económico (Sedeco) de la Ciudad de México.
Asimismo, entre las ventajas que ofrece un local dentro de un mercado público, frente a sus principales competidores (supermercados y comerciantes ambulantes), se encuentra el trato personalizado, la tradición y una mayor calidad de productos; sin embargo, se enfrentan a desventajas como la seguridad dentro y fuera del mercado, falta de mantenimiento, limpieza o limitadas opciones de pago. Lo anterior con base en el Estudio de Caracterización de la Oferta de los Mercados Públicos en la Ciudad de México, del Consejo Económico y Social de la Ciudad de México, en colaboración con la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) Iztapalapa.
MÉTODO DE TRABAJO COMUNITARIO
Para enfrentar las desventajas a las que están expuestos los espacios públicos, y en particular los mercados y comercios locales, las administraciones municipales pueden recurrir a la metodología placemaking, que pone en el centro de las acciones a las personas y considera a la comunidad como la experta del espacio y, por este motivo, es la guía en cada etapa del proceso.
A través de esta metodología, la Fundación Placemaking México, experta en recuperación del espacio público, logró apoyar a 22 estados con 86 proyectos, entre los que se encuentran: 30 lugares amigables para la primera infancia, nueve canchas remodeladas, 13 proyectos de recuperación económica, seis de relaciones comunitarias, 10 de apoyo a restaurantes y 18 activaciones de juego.
“El placemaking es tanto un proceso como una filosofía que se enfoca en observar, escuchar y preguntar a las personas que viven, trabajan y juegan en un espacio particular. Esto, con el objetivo de entender sus necesidades y aspiraciones para el espacio y para su comunidad en general”, explica la Fundación en su reporte anual 2022.
Al aplicar el placemaking “es crucial trabajar con la comunidad para crear una visión alrededor de los sitios que consideran importantes para su vivencia y experiencia diaria, y de este modo, planear una estrategia de implementación”, añade.
El proceso a seguir, describe la Fundación, comienza por definir el lugar de intervención e incluir a las partes interesadas de la comunidad; evaluar el espacio e identificar los problemas, plantear una visión del lugar, ejecutar pequeñas acciones a corto plazo, así como una reevaluación continua, y mejoras a largo plazo.
En tanto, los roles de las partes interesadas se centran en dar ideas y sugerencias, así como traer recursos adicionales; mientras que los expertos deben informar, facilitar, diseñar e implementar las acciones.
PLACEMAKING DE MERCADOS PÚBLICOS
El placemaking surgió como una forma de involucrar a la comunidad y darle voz y voto en la visión y el futuro de los espacios públicos que utilizan, explica Stephen Davies, defensor de los espacios públicos y líder en esta metodología.
En 2020, el también Presidente de The Placemaking Fund y miembro del Consejo Asesor de PlacemakingX ayudó a lanzar la iniciativa Mercados Urbanos, una asociación entre Project for Public Spaces, Slow Food International y HealthBrige Foundation de Canadá.
En entrevista con Alcaldes de México, Stephen Davies asegura que el placemaking es una idea simple, pero muy poderosa y que se ha arraigado en todo el mundo, y en cuestión de mercados públicos, es detonar el potencial que tienen “para hacer más de lo que creen que pueden hacer”.
A través de esta estrategia, detalla Stephen Davies, se han salvado y transformado muchos de los mercados históricos en Estados Unidos. “Muchos de estos se encontraban bastante amenazados por la falta de inversión y la mala gestión de las ciudades, mientras que esos mercados buscan ser más competitivos frente a grandes supermercados”.
En el año 2000, relata Davies, el mercado Eastern Market, en la ciudad de Detroit, Michigan, pasó por un proceso de siete años para que el gobierno entregara su gestión a una organización sin fines de lucro, la cual, gracias a la donación de dinero de fundaciones privadas, logró revitalizar completamente el mercado. “Ahora es más limpio, vibrante y todavía atrae a gente de toda la ciudad; pero si esa inversión no hubiera sucedido, creo que el mercado hubiera tenido una muerte lenta”.
“Es maravilloso ver cómo estos viejos lugares cobran vida nuevamente y dan a luz a una nueva generación de emprendedores, y esa gente atrae a otra generación de personas que pueden disfrutar de estos mercados; los gobiernos locales deberían aplicar este tipo de enfoque en los proyectos”, señala el especialista.
Stephen Davies recuerda que al revitalizar los mercados públicos se crean fuentes de empleo, hay un desarrollo de la economía comunitaria y conexiones sociales que construyen comunidades más fuertes que no se tienen en los supermercados, porque “uno de los fenómenos interesantes de un mercado es que reúne a personas diversas, por tanto, todos se sienten cómodos asistiendo a esos espacios y los consideran como oportunidades, no como problemas”.