El doctor Jesús Uribe puntualiza que, para disminuir conflictos mentales, los alcaldes deben ser flexibles, lo cual no significa ser corruptos o romper las reglas, sino moldearse a las circunstancias, sobre todo frente a la población, porque debe tratar con varios perfiles de ciudadanos.
Para tener paz mental, sugiere que los funcionarios de cualquier nivel deben dejar a un lado la soberbia en sus procesos de toma de decisiones, reconocer sus equivocaciones y corregir. “Cada vez que tomamos una decisión estamos corriendo el riesgo de algo. Un político o funcionario debe tomar riesgos y tener presente que el comportamiento se debe ir moldeando y debemos ir aprendiendo de nuestros errores, pero no podemos cometer equivocaciones si no nos arriesgamos”.
Al respecto, Erika Villavicencio subraya que los servidores públicos deben ser prioridad en materia de salud mental, ya que son los gobernantes que tienen mayor contacto con la ciudadanía. Dentro de su perfil y sus valores está brindar un servicio, por lo que es imperativo encontrarse emocionalmente bien. “Deben ser conscientes de la responsabilidad que tienen, de los mensajes que emiten a la población y las acciones que divulgan y deben documentarse antes de tomar una decisión”.
ESTILOS DE AFRONTAMIENTO
Una recomendación fundamental es determinar el perfil de aprendizaje sobre estilos de afrontamiento que tiene el individuo y, a partir de ello, acudir con especialistas. El perfil propositivo se refiere al individuo que pide apoyo cuando lo necesita, y eso se aprende, no se nace con ello.
Al respecto, la doctora Villavicencio comenta que las jornadas extenuantes de los mandatarios provoca acumulación de estrés y cansancio, por lo que es preciso dejar de lado el paradigma de que buscar ayuda es para “débiles” o “locos”.
Por otro lado, explica Jesús Uribe, se encuentra el estilo de afrontamiento no productivo: aquel que evade los problemas y los niega, además de ser violento con quien señala sus errores.
EQUILIBRIO
La Coordinadora de Psicología Organizacional de la Facultad de Psicología de la UNAM comenta que no es recomendable avocarse de lleno al trabajo. Se debe equilibirar con ejercicio y actividades de recreación, además de distribuir y delegar las labores hacia todo el equipo de trabajo y no cargar con todas las responsabilidades.
“Los funcionarios deben tener un acompañamiento de contención emocional dirigido a tratar de disminuir las afectaciones que tiene el individuo en épocas de crisis. Por ejemplo, en el último sismo, varios servidores públicos pasaron una experiencia traumática. Ese estrés postraumático lo padece cualquier persona. Si ya se tiene una afectación y por ende síntomas, hay dos opciones: quedarselo y afectar otras áreas de la vida o tratarla”.
Agrega que la resiliencia es clave, ya que el nivel de compentencia para los gobernantes es muy alto, no obstante, la competitividad es baja porque lamentablemente hay quienes llegan al cargo por recomendación y no por sus aptitudes, lo cual no excluye que existan funcionarios muy capaces y resilientes.
En síntesis, ambos expertos coinciden en que los servidores públicos deben ser conscientes de sus responsabilidades, dejar de lado la soberbia que en algún momento los conduce a no solicitar ayuda y a gestionar sus errores de la peor manera, además de dar la importancia que merece mantener una buena salud mental.