Desde la urna

Las administraciones municipales enfrentan un reto inédito ante la emergencia del coronavirus. La escasez de recursos y la irregularidad con la que se están produciendo los apoyos de la federación, reclaman de los ayuntamientos una estrategia innovadora. El problema se complica por la multiplicidad de señales e instrucciones que se han producido desde el Poder Ejecutivo y algunos gobiernos estatales.

En los eventos que organizaron la Escuela de Gobierno y Transformación Pública y la Escuela de Medicina y Ciencias de la Salud del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM) conocimos las tendencias que se prefiguraban cuando avanzaba la crisis. Ambos eventos se pueden consultar en las siguientes direcciones: https://escueladegobierno.itesm.mx/oferta-educativa/extension-en-linea#.Xo9GOVgQC7k.whatsapp y también en https://escueladegobierno. itesm.mx/oferta-educativa/extension-en-linea/el-rol-de-los-municipios-ante-la-pandemia-covid-19.

Destaca la capacidad de los presidentes municipales para tomar decisiones y reorganizar sus actividades para encontrar soluciones prácticas y dar el mejor servicio posible a los ciudadanos. No son tareas menores y cada alcalde enfrenta situaciones diferentes. En algunos casos se cuenta con el apoyo del gobierno estatal y en otros no. Las posiciones partidistas influyen también para impulsar o no políticas novedosas. Quienes tienen más recursos tienen mayor campo de acción, pero es evidente que todos deben enfrentar este reto desde su propia trinchera. Algunos han suspendido el cobro (total o parcial) de algunas contribuciones para proteger a los pequeños negocios y sus empleos. Otros han establecido nuevos convenios para habilitar hospitales y atender a los pacientes y muchos han optado por suspender obras públicas para canalizar los recursos a la atención de la emergencia. En todo caso, se ha impuesto la solidaridad entre gobierno municipal y la población.

Resulta importante la reflexión sobre la calidad de la comunicación que se debe emitir: con empatía, directa, con datos concretos, sin ocultar la gravedad de la situación de cada municipio. Ante el cúmulo de información que se ha generado en los medios electrónicos y en las redes sociales, la cercanía con la población se vuelve fundamental.

Uno de los mayores errores que se puede cometer es pensar que los riesgos de contraer la enfermedad terminarán cuando empiecen a reducirse los números nacionales de contagio o porque en otros estados cesan las defunciones. La recomendación es no bajar la guardia, en parte porque no conocemos la potencialidad del virus y la posibilidad de una segunda pandemia más adelante. Cada municipio seguirá su propia dinámica y deberá recurrir a sus propias estrategias, en coordinación con los demás niveles de gobierno. Uno de los presidentes municipales comentó en el ITESM: “Los alcaldes conocen a los afectados por nombre y apellido”. Eso es cierto y por ello se requiere de un esfuerzo cotidiano de medición, análisis y mantenimiento de las medidas de cuidado y prevención.

 

 

Creo que después de la pandemia las enseñanzas para todos serán muy grandes. Los municipios tienen la oportunidad de rediseñar estrategias que deberán permanecer más allá de mayo y junio de este año. La crisis de salud es lo fundamental, pero la crisis económica que sigue será igual de seria. El éxito de lo que se haga hoy se reflejará no solo en las elecciones de 2021, sino en el legado histórico que los actuales alcaldes hereden a sus comunidades.

El autor es Decano Asociado
de la Escuela de Gobierno y
Transformación Pública del
Tecnológico de Monterrey. Twitter:
@ArturoSanchezG; Facebook: Arturo
Sánchez Gutiérrez (figura pública).