Infraestructura hídrica, prioridad

 

Para atender la insuficiencia en el abasto del líquido vital, el ayuntamiento impulsó el Pacto por Los Cabos para Garantizar el Derecho Fundamental al Agua

 

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FOTOS: CORTESÍA DEL GOBIERNO DE LOS CABOS

 

Óscar Leggs Castro

Presidente Municipal de Los Cabos

 
POR ESTHER ARZATE Nadie puede vivir sin agua, eso lo sabemos todos, pero la población de Los Cabos desde hace dos décadas ha logrado subsistir con escasez y desabasto de este recurso, por eso la administración del Presidente Municipal, Óscar Leggs Castro, decidió poner manos a la obra para atender ese añejo problema. Si quisiéramos ser sarcásticos, podríamos decir que el colmo de Los Cabos es formar parte de la península, es decir, estar rodeada de agua por todas partes excepto por una zona que la une al continente, y sufrir escasez de agua, pero esa es su realidad. Un municipio desértico semiseco, caluroso en verano, con una temperatura promedio de 26 grados centígrados, y aunque sus lluvias se registran en verano, usualmente se concentran en agosto y septiembre. Se abastece de agua proveniente de un par de cuencas, 15 pozos y una planta desalinizadora o desaladora de agua de mar.
Se dice que la única manera de tomar conciencia sobre la importancia del agua es pasando sed, y Los Cabos está sediento desde hace 20 años, cuando empezó a registrar tasas de crecimiento poblacional de doble dígito, con un promedio de 13 por ciento anual. Así que el ayuntamiento “agarró el toro por los cuernos” al impulsar el Pacto por Los Cabos para Garantizar el Derecho Fundamental al Agua, el cual contempla la ampliación de la primera desalinizadora de Cabo San Lucas, la construcción de una segunda planta desalinizadora, y el proyecto de Mejora Integral de Gestión (MIG) del agua. El proyecto tripartita es tan relevante para garantizar el derecho humano al agua, que fue reconocido por la Asociación Nacional de Entidades de Agua y Saneamiento de México (ANEAS). En entrevista, el Presidente Municipal asegura que, al inicio de su gestión, en 2021, la población de Cabo San Lucas recibía agua cada mes por pipa o mediante la red hidráulica y, con la puesta en marcha de un nuevo pozo y la rehabilitación de dos más, se logró reducir el periodo a 16 días, en promedio. Cuando concluyan las obras del pacto, en dos años, se estima que los usuarios podrán disponer de agua potable cada tres o cuatro días. El principal objetivo es que el destino turístico tenga su propia infraestructura para que no sea necesario enviar el agua potable desde San José del Cabo, como ocurre en la actualidad. La Organización Mundial de la Salud (OMS) establece que cada persona necesita entre 50 y 100 litros al día para cubrir las necesidades básicas y evitar amenazas para su salud, así que el ayuntamiento está dando los pasos necesarios para alcanzar esa meta. Leggs Castro dice que ningún desarrollo es posible sin agua, y quiere que Los Cabos siga creciendo.
FOTOS: CORTESÍA DEL GOBIERNO DE LOS CABOS

¿En qué consiste el pacto?
El Director del Organismo Operador Municipal del Sistema de Agua Potable (Oomsapas), Ismael Rodríguez Piña, detalla que el pacto implica una reingeniería en las redes de distribución para repartir equitativamente el volumen del agua disponible en el municipio de Los Cabos, que es de mil 150 litros por segundo, derivados de los pozos de extracción, las centrales potabilizadoras y la primera planta desaladora que se instaló a nivel nacional en Los Cabos, en 2006.

Explica que para aumentar el volumen disponible que permita elevar el tandeo de agua en Cabo San Lucas se ampliará la planta desaladora de agua de mar para producir 405 litros por segundo, adicionales a los 200 litros que se suministran. El proyecto fue aprobado por el cabildo y también por Congreso estatal y será desarrollado bajo un esquema de Asociación Público Privada (APP), en el cual la empresa privada será responsable de la elaboración del proyecto ejecutivo, construcción, equipamiento, puesta en marcha, así como de su operación y mantenimiento.

El proyecto de ampliación de la planta requerirá una inversión de 986.2 millones de pesos (mdp), de los cuales, 483.3 mdp serán aportados por el Fondo Nacional de Infraestructura (Fonadin) y el resto por GS Inima México.

El directivo expone que, en paralelo, se construirá una nueva planta desaladora que estará ubicada en terrenos contiguos a la que ya existe en Cabo San Lucas. La empresa encargada de la construcción de la nueva central, con capacidad de 250 litros de agua por segundo, será la división de Agua de la española ACCIONA y La Peninsular Compañía Constructora. El presupuesto contemplado es de alrededor de 2 mil 825 mdp, equivalente a 134.5 millones de euros.
 

Los Cabos enfrenta insuficiencia de agua desde hace 2 décadas.
Se reporta un crecimiento poblacional promedio de 13% anual en el territorio, lo cual, a su vez, tiene como consecuencia un incremento en la demanda del líquido en varias de las comunidades de la demarcación.

Se invertirán 134.5 millones de euros para construir la nueva planta desaladora en Los Cabos

 

litros por segundo será la cantidad de agua adicional a los 200 litros que se suministran gracias a la planta desaladora de agua de mar que distribuye el servicio a todo el municipio

litros por segundo será la capacidad de producción de otra nueva planta desalinizadora que se realiza de la mano con la iniciativa privada gracias al pacto

días en promedio se ocupan en las comunidades del municipio de Los Cabos, Baja California, para atender el servicio de agua para la ciudadanía, mediante tandeo, redes o pipas

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del montante total de la inversión para la modernización, mantenimiento y demás requerimientos, de la planta desaladora será aportado por el Gobierno Federal

En pro de la ciudadanía
La obra, que beneficiará a 464 mil habitantes, cuenta con un plazo de ejecución de 24 meses y tendrá una capacidad de 250 litros por segundo, equivalente a siete millones 884 mil metros cúbicos de agua al año. El contrato incluye el diseño, elaboración del proyecto ejecutivo, financiamiento, construcción, equipamiento electromecánico y pruebas de funcionamiento, así como su operación, conservación y mantenimiento durante un periodo de 25 años, mediante el esquema de APP.

En paralelo a la construcción de la planta desaladora y la ampliación de la existente, el ayuntamiento desarrolló el MIG para atender especialmente a los más de 200 mil habitantes de Cabo San Lucas, donde, al menos, 165 mil permanecen sin el servicio de agua potable. Se trata, admite el Director de Oomsapas “de un esfuerzo titánico, ya que significa sustituir redes principales de conducción de agua, porque tenemos un acueducto que tiene más de 50 años que en algunos tramos es de asbesto y cemento, lo cual por normatividad debe estar fuera de operación y debe ser sustituido por ductos de polietileno de alta densidad”.

Precisa que la construcción de nuevas redes de agua y la sustitución de tramos que tienen fugas permitirá que ya no se pierda tanta agua, porque también se fuga por la falta de mantenimiento que no se le dio en su tiempo. “Tenemos que entrarle a todo, estamos buscando la solución en lo inmediato para poder solucionar la problemática de los habitantes en este momento, más allá de la solución definitiva que vamos a dar con las dos desaladoras”, comenta el funcionario.

Aqualia es la empresa ganadora del proceso de licitación que se llevó a cabo en 2021. El contrato, que aporta una cartera de 50 millones de dólares, contempla una inversión de cerca de 600 mdp e incluye la modernización, equipamiento, operación y mantenimiento de la infraestructura hidráulica durante 10 años. El proyecto se desarrollará en APP con el Oomsapas. El Gobierno Federal, a través del Banco Nacional de Obras y Servicios Públicos, asumirá 49 por ciento del montante total de la inversión y el resto lo aportará Aqualia.

De acuerdo con información de Aqualia, el proyecto contempla la sustitución de equipos y la implementación de automatización de pozos, así como la optimización de toma de lecturas para recuperar caudales de agua potable que actualmente se pierden por el estado de obsolescencia de la infraestructura, deficiencias en la medición de consumo y tomas no reguladas.

Esas obras se sumarán a la intervención que realizó en mayo de este año el ayuntamiento para recuperar 100 por ciento de la capacidad de una planta de tratamiento de aguas residuales, ubicada en San José del Cabo, en coordinación con Fonatur, ya que la instalación generaba fuertes olores que representaban un riesgo para la salud de los habitantes. El ayuntamiento es ahora el encargado de la operación y administración de la planta con capacidad para tratar 200 litros por segundo. Leggs Castro asevera que cumplirá con el derecho fundamental al agua para la población. «No podemos desarrollarnos si hay escasez. Los Cabos tendrá suficiente agua para que sigan llegando las inversiones, haya empleo para la población y para alcanzar un desarrollo sostenible”, concluye.