Cómo mejorar la gestión con entrenamiento

por | Nov 1, 2012 | Noviembre 2012, Táctica y Estrategia | 0 Comentarios

JuntaHay ocasiones en que no basta tener las metas claras para concretar los objetivos trazados en la administración, por lo que es necesaria la ayuda de un profesional que apoye para tener mejores resultados, un experto que ayude a los funcionarios a reforzar sus comportamientos positivos, a maximizar su talento y a explotar sus propias competencias bajo la figura del coaching empresarial.

Se trata de un conjunto de técnicas enfocadas al equipo humano de una empresa u organización, que invitan al líder exitoso a ser aún más fuerte para alcanzar niveles más altos de eficacia en su desempeño, así como la satisfacción y motivación personal de su grupo cercano

Bruno Raynal, director de la consultoría Blue Thinking, asegura que el coaching empresarial puede trasladarse al ámbito gubernamental siempre y cuando se conozcan los objetivos que enfrentan tanto los funcionarios como su equipo de trabajo, para así obtener resultados que se verán reflejados en una mayor cohesión y un mejor ambiente laboral, entre otros aspectos.

“La cohesión y la madurez son muy importantes en el grupo de trabajo porque genera mayor motivación, y esto trae como consecuencia mayor productividad, mayor rendimiento y algunos otros indicadores de eficiencia que podemos observar en cualquier grupo, como menos rotación o menos conflictos laborales, por citar algunos beneficios”, reconoce en entrevista el experto.

Se debe tener en cuenta que esta figura no es la panacea para solucionar todos los problemas o hacer eficientes los procesos, pues aún no existe un método que garantice lograr todo a la perfección; no obstante, es un estilo de trabajo que permitirá a cualquier equipo laboral manejar un nivel de inteligencia mayor, ser más reflexivo y sencillo, con mayor humildad para escuchar al otro y practicar ciertas habilidades, como otorgar y recibir retroalimentación.

Bruno RaynalEn los últimos años, asegura, en México muchos funcionarios se preocupan más por el tema de imagen y comunicación, aunque es muy importante también, existe una necesidad para alcanzar los objetivos establecidos y esta exigencia se hace más notoria, por lo que el coaching puede ser uno de los mecanismos para lograrlo.

“Cuando en algún gobierno o institución hay personas elegidas para realizar una función determinada, existe la expectativa de la gente que lo eligió para cumplir esa función, así como la esperanza de que sí puede hacer cosas; si existe, por parte de la institución, el interés de crecer y de formular objetivos claros, el coaching permitirá que éstos se consigan más rápido y sin daños debido a una mejor optimización de los recursos”, explica Raynal.

Beneficios personales

Al pensar en un funcionario de cualquier rango se cree que la principal problemática se encuentra exclusivamente a nivel profesional, en saber cómo manejar a su propio equipo, en cómo ser un gran orador, cómo neutralizar estratégicamente a sus adversarios o anticiparse a los problemas; pero existen otras esferas que el coaching puede integrar para mejorar tanto el nivel laboral como el personal.

Diferencias entre coach“La primera es la esfera social, es decir, aparte de la gestión que ejerce como funcionario, qué está haciendo afuera o cómo se conecta con la gente, si existen grupos a los cuales se puede acercar para apalancarse y desarrollar nuevos proyectos o si tiene respaldos para su trabajo a futuro. Esta situación es de gran importancia para el político o funcionario que tiene miras y ambiciones a largo plazo, es un tema que tenemos que destacar y subrayar”, detalla.

La segunda esfera se enfoca a la familia, y pone especial énfasis al tiempo que le dedica a ella y a sus amigos, si planea vacaciones o está programando momentos importantes e inamovibles. Tener una estructura familiar sólida tendrá un impacto en el trabajo profesional del mandatario y es algo que no se debe olvidar.

Por último, la tercera esfera es la personal, es decir, aquellas actividades que son importantes para el funcionario (en qué tiene interés de cultivarse, si le gusta el arte o el deporte, si quiere estudiar otro idioma), pues son motivaciones de gran trascendencia para que cuando continúe con su carrera política éstas hagan la diferencia y le permitan sentirse mucho más feliz y seguro en su trabajo cotidiano.

No obstante, la labor que se pueda emprender no funcionará si desde un inicio no se tiene claridad previa a la llegada de un coach, por lo que se requiere formular un encuadre con reglas claras y básicas como la participación, pues el coach profesional no será quien va a trabajar y salir beneficiado.

Sobre todo “se necesita una persona que tenga un genuino interés para cambiar, crecer y mejorar una situación. A veces vemos que la gente solicita un coaching porque se ve bien, porque un amigo le comentó o porque su jefe le sugirió o impuso, pero necesitamos un interés genuino, de lo contrario el proceso no avanzará a la velocidad que queremos”, apunta.

El coaching es mucho más un proceso pedagógico que psicológico, y mediante éste el funcionario se dará cuenta de los aspectos que no son tan funcionales en su gestión y que pueden mejorarse.

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Gade Herrera

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