Celaya ha logrado convertirse en el municipio que brinda las mayores facilidades para abrir un negocio en México y en toda Latinoamérica. Incluso, los ocho días que tarda un emprendedor en hacer sus trámites, le permiten al municipio compararse positivamente con los 13.8 días en promedio que tomaría hacerlo en cualquiera de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
El promedio de nuestro país es de 24 días, pero en el subcontinente latinoamericano es de 56.7 días. Tan competitivo es el municipio en esta materia, que el Banco Mundial (BM), en su estudio Doing Business, le otorgó el primer lugar nacional a esa ciudad de Guanajuato, reconocimiento que también fue replicado por el Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco).
Alfonso Carballo, titular de la Comisión Federal de Mejora Regulatoria (Cofemer), refiere que de manera consecutiva se ha destacado a Celaya como líder en las ediciones Doing Business 2007 y 2009. Hasta el cierre de esta edición, se estaba a la espera de los resultados 2011.
Aunque no hay recetas únicas, hay elementos que contribuyen a este gran logro y que cualquier municipio podría repetir. La voluntad política para emprender una mejora regulatoria es un elemento fundamental, menciona Carballo Pérez.
También ha influido la integración de un grupo técnico municipal encargado de los cambios, la institucionalización del trabajo conjunto de autoridades e iniciativa privada y, por supuesto, “las ganas de todos” para apoyar el crecimiento, agrega el presidente de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra), con sede en Celaya, Raúl Castro Cervantes.
La historia de ese logro comenzó en julio de 2004 cuando se instaló en el municipio el Sistema de Apertura Rápida de Empresas (SARE), con lo cual se redujo de ocho a una el número de ventanillas para abrir negocios.
Gracias a la instauración de ese sistema, se facilitó la creación de 4,510 empresas, lo que se tradujo en la generación de 6,917 empleos y la captación de una inversión de 190 millones de pesos (mdp), recuerda Carballo Pérez.
El BM ha comprobado los beneficios tangibles de los esquemas de apertura rápida de empresas. El surgimiento de nuevos negocios aumenta 25 por ciento en los municipios que sí lo tienen, en tanto que la generación de empleos crece 2.8 por ciento, refiere la directora para América Latina sobre Inversión Extranjera del Banco, Mierta Capaul.
Según el organismo internacional, Nueva Zelanda es el país con el procedimiento más ágil para abrir negocios, ya que su promedio es un día y sin costo alguno para los emprendedores.
Pero si bien el SARE agiliza el proceso, no suprime trámites, aclara el presidente de la Asociación de Ejecutivos de Relaciones Industriales del Bajío (Aeribac ), José Antonio Ávila, quien también es gerente de recursos humanos de Campbell’s.
La llegada de dicho Sistema exigió crear un Grupo Técnico Municipal responsable de la aplicación y consolidación de las mejoras que se proponían. Además, en marzo de 2008, el cabildo de Celaya aprobó el Reglamento de Mejora Regulatoria y, en enero de 2007, se integró un Consejo de Mejora Regulatoria y Competitividad, en el que participan cámaras empresariales, colegios de profesionistas, el gobierno municipal y representantes de instituciones educativas de nivel superior.
Bajos costos
Fue así que se logró reducir el número de ventanillas de atención a una sola, mientras que los más de 30 días para abrir un negocio disminuyeron a ocho. Se estima que actualmente la apertura de un negocio tiene un costo de 7,917 pesos.
Además, se obtuvo en 2010 la certificación del SARE turístico, se adoptó un Manual de Calidad sugerido por la Cofemer, al tiempo que las autoridades crearon el Registro Municipal de Trámites y Servicios 2011 que está disponible en Internet.
Sin embargo, Castro Cervantes aclara que los negocios favorecidos por la apertura rápida son en la mayoría de los casos empresas de bajo riesgo, pero que tienen un alto impacto en la generación de empleos formales, como restaurantes, tiendas, farmacias, papelerías, ferreterías, entre otras. Los laboratorios e industrias toman un camino un poco más largo, ya que necesitan estudios de impacto ambiental, certificados sanitarios, permisos de Protección Civil, entre otros.
Como se tiene conocimiento, el SARE incluye sólo los procedimientos generales entre los que se encuentran: permiso de uso de denominación o razón social, escritura constitutiva ante notario e inscripción de la sociedad ante la Secretaría de Hacienda, licencia de Factibilidad y Uso de Suelo, inscripción de la escritura constitutiva en el Registro Público de la Propiedad y del Comercio, inscripción al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), registro para el Impuesto Sobre la Nómina, registro ante el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) e inscripción al Sistema de Información Empresarial Mexicano (SIEM).
José Antonio Ávila afirma que la promoción de un buen ambiente de negocios no sólo depende del ámbito administrativo y de mejora regulatoria, sino que también hay inversiones en infraestructura que hacen más atractivo al municipio. Además es necesario un trabajo conjunto con los municipios vecinos para crear el corredor Laja-Bajío.
Los complementos
El municipio cuenta con un proyecto integral de desarrollo, a 25 años, que incluye obras de infraestructura de todo tipo, vivienda, vialidades, obras hidráulicas, entre otras cosas. Ese plan de desarrollo ha permitido que Celaya tenga un crecimiento impresionante que atrae a los inversionistas, asegura Manuel Rivera Hernández, consejero de la ferretera Donosti Comercial, S.A. de C.V., empresa con casi 20 años en el mercado celayense.
Dentro de los proyectos a realizarse destaca el ferroférico y la construcción de un parque industrial con su zona habitacional, asegura José Antonio Ávila. Agrega que el plan de desarrollo a 25 años se impulsó en la gubernatura de Vicente Fox, programa que ha sido continuado por tres alcaldes: José Rivera, Gerardo Hernández y la actual mandataria Rubí Laura López. Con todos estos planes, hemos visto que “el gobierno impulsa, no obstaculiza los negocios”, celebra el representante de AERIBAC.
No sólo los empresarios ven estas mejoras, también las reconoce el Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco), organismo que en su estudio Competitividad Urbana 2010, Acciones urgentes para las ciudades del futuro, coloca a Celaya en la lista de los 15 municipios mexicanos más atractivos para invertir.
Según el estudio, Celaya es de las ciudades que ha tenido evidentes mejoras, sobre todo en los aspectos de economía y mercado de factores. Además, ha disminuido el riesgo de la deuda municipal y la inflación promedio está en niveles aceptables; en tanto que se ha reducido el número de conflictos laborales, la energía eléctrica tiene precios competitivos y el sistema de derecho ha mostrado un desempeño favorable.
Otros siguen el ejemplo
Los avances de Celaya llaman la atención en el país. El presidente local de Canacintra, Raúl Castro, asegura que “muchas personas han venido de otros municipios para preguntar qué se ha hecho para mejorar la apertura rápida de empresas, porque se ha visto un impacto positivo”.
Esta pregunta no es menor, porque se ha observado que tener procedimientos más eficientes genera desarrollo. A decir del BM, una disminución de 10 días en el procedimiento para abrir una empresa genera un incremento de 0.3 por ciento en la inversión y de 0.36 por ciento en la tasa del PIB.
Lo anterior ha sido observado por otros municipios, de ahí que trabajan en ello. Aunque en los más recientes estudios del BM se advierte que los celayenses llevan la delantera, Mierta Capaul asegura que hay más localidades que van en esa dirección.
De 2005 a 2007, 75 por ciento de las entidades mexicanas hicieron reformas en materia de mejora regulatoria, y de 2007 a 2009 el porcentaje subió a 90, comenta la funcionaria del Banco.
En un estudio hecho por la Cofemer se asegura que, de 2006 a 2009, México logró bajar el número de días para abrir una empresa de 36 a 24, mientras que el Distrito Federal sigue por arriba de ese promedio, al reducirse de 58 a 28 días en el mismo periodo.
En el Estado de México, la reducción fue de 46 a 30 días en igual lapso; mientras que Monterrey, Nuevo León, pasó de 50 a 19 días. No obstante, por arriba de las entidades más grandes, Aguascalientes hizo una disminución de 32 a 13 días; Saltillo, Coahuila, de 39 a 12; Puebla de 49 a 12 días, y Querétaro de 52 a 16.
Más reformas
Aunque Celaya ha dado pasos gigantescos en la generación de un buen ambiente de negocios, el trabajo no se puede detener por la creciente competencia con alcaldías vecinas. Por ejemplo, mientras en 2010 los celayenses abrieron 830 empresas, con 44 mdp de inversión; en León fueron 569, con 55 mdp, y en Irapuato 212, con 4.4 mdp.
Por lo anterior, el municipio sigue avanzando en mejoras. Ya está en proceso de elaboración una Carta Compromiso con la Asociación Mexicana de Secretarios de Desarrollo Económico para incorporar los permisos SARE vía electrónica, lo que agilizará aún más los trámites.
Pero todavía se puede hacer más en Celaya porque, según el Imco, el municipio debe trabajar en el manejo sustentable del medio ambiente, y en la mejora de los sistemas político y educativo, sin olvidar los servicios de seguridad pública.
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