Al rescate de una minoría olvidada

por | Abr 1, 2012 | Abril 2012, Ciudadanía | 0 Comentarios

Paulina AlcocerDesde que era muy pequeña, con frecuencia pasaba por la cárcel para mujeres de Tepepan —que se ubica en la delegación Xochimilco del Distrito Federal—, y me llamaba la atención que siempre estaba vacía, nunca veía a nadie. Un día me acerqué y le pregunté por esto a un policía, y me dijo: “Como son mujeres, las olvidan las familias”.

Esto me impactó mucho, y como siempre había buscado programas sociales, pero no había encontrado una causa que me llamara la atención, entonces, se me ocurrió que podría hacer algo en la cárcel. Ya que siempre he considerado a la mujer como el pilar de una familia, entonces me propuse hacer un estudio de cómo se podía ayudar a esas mujeres que han sido olvidadas por la sociedad.

Hacia adelanteCuando tuve la oportunidad de entrar a conocer el penal, dos amigas y yo —Paulina Alcocer—, vimos todas las carencias que tenían, como el olvido en el que vivían, ya que de 250 internas que había hace cinco años, cuando mucho sólo 10 recibían visita.

Así decidimos crear la fundación Promujeres Cautivas AC. Un poco como el borras, empezamos a llevarles lo que vimos que necesitaban: artículos de primera necesidad, como cepillos de dientes, shampoo y ropa, ya que ahí adentro todo lo tienes que comprar, y si no tienes la fortuna de que tu familia te apoye, entonces no tienes manera de recibir ayuda.

Con esta labor empezamos a recibir donativos que nos permitían cubrir otras necesidades, pero, aunque estábamos ayudando al penal, en el día a día, queríamos hacer algo más trascendental, deseábamos trabajar en la reinserción, para que de alguna manera ellas pudieran, después, saliendo de ahí, hacer algo de su vida.

POR UN FUTURO MÁS PRÓSPERO

CollageFue entonces cuando Operación Bendición, que es una de las organizaciones no gubernamentales (ONG) más grandes del mundo, nos adoptó para enseñarnos procedimientos y estructura, que es lo que nos faltaba. Platicamos y vimos que teníamos muchas cosas en común. Ellos ya tenían un curso que se llama Principios y Valores, enfocado a promover el contacto con tu yo interno, con Dios, y sobre todo a perdonar. Y entonces pensamos que con ese curso les dejaríamos algo más positivo.

Es algo difícil, que de repente algo así les llame la atención a las internas, y no las puedes obligar a que asistan a una conferencia, entonces se nos ocurrió llevar artistas y darles regalos para despertar su interés, y así empezamos a ganarnos su confianza. Fueron figuras como Claudia Lizaldi, Gloria Trevi, Adal Ramones, Karla Estrada, y cada uno les dejaba un mensaje muy positivo. Poco a poco, Operación Bendición nos fue guiando en cómo hacer los procedimientos.

Ahora, después de cuatro años y medio, tenemos bien organizado el curso de Principios y Valores, y con los donativos que recibimos formamos talleres de diferentes actividades. Entonces, ellas toman el curso, es como su inscripción, y luego inician con la capacitación para coser, o pegar reciclado, tejer, dibujar, y empiezan a ganar dinero. Tenemos varias empresas que las contratan a través de la fundación, para maquila, y ellas ganan semanalmente una cantidad, que depende de lo que cada una trabaje.

Gracias a esta estrategia, estamos solucionando algunas de sus necesidades básicas, se están manteniendo ellas e incluso mandan dinero a sus familias. De 10 mujeres que han salido de las primeras generaciones, dos ya están manteniendo a su familia porque cuando sales de la cárcel, la fundación te da la maquinaria para que tú sigas trabajando en tu casa.

Para nosotros ha sido maravilloso el procedimiento, porque primero les estás cambiando la perspectiva de la vida, e independientemente del tiempo que vayan a durar dentro de la cárcel, están trabajando y ganando su dinero. La mayoría de las veces el marido las abandona, entonces ellas no abandonan a sus hijos y gracias a su trabajo, los niños tienen escuela, ropa, comida, y de alguna manera su familia tiene mejores condiciones de vida. Incluso su relación de familia también mejora y ya no están tan abandonadas.

LOS BENEFICIOS Y LOS RECURSOS

Esto ha sido maravilloso para ellas y para nosotros, porque ya es un círculo completo. Se sienten más acompañadas y atendidas. Nosotros somos su visita, porque aunque yo busco donativos y apoyos, a mí me interesa ir a verlas. Todos los martes voy y platicamos, hacemos terapias, bailamos, convivimos. Les organizamos posadas en Navidad, les llevamos obras de teatro y artistas, ahí se benefician las que quieren asistir, aunque en los cursos están participando aproximadamente 30 por ciento de las reclusas.

Ahorita tenemos que trabajar mucho en la captación de los donadores, tratamos de que sean fieles, que mes con mes depositen una cantidad, eso nos va a ayudar a asegurar la atención. Por otro lado, tenemos donadores que cada año dan una cantidad fuerte, y con eso compramos máquinas, materiales, etcétera. Además de los particulares que hacen donativos en especie o económicos, hay empresas que nos ayudan, como Lala, Jumex, Club Toluca, Tequila Cuervo, pero sí necesitamos más donadores.

Tenemos una tabla en la que establecemos cómo benefician los apoyos. Si alguien donó durante seis meses 250 pesos, ya le pagó a una interna el curso de Principios y Valores más el de capacitación. Aunque puede dejar de donar, la gente se motiva y puede seguir ayudando a otra persona.

Es muy valioso involucrarte en el día a día de estas mujeres que son parte de nuestra sociedad, en lo que están haciendo, en lo que van a mejorar, ya que algo de lo más importante que logramos es que, cuando salgan van a tener otra visión de la vida, y estarán preparadas para trabajar.

En lo personal, he tenido experiencias maravillosas, como Yael, una ex interna que trabaja ahora conmigo y está estudiando su carrera de publicidad, ha sido una de las experiencias más satisfactorias, pero la verdad es que todas me han marcado muchísimo personalmente.

Sé que no voy a ver el cambio tan evidente hoy, ni mañana, ni dentro de un mes, pero tal vez en dos generaciones, con mis nietos, tal vez sea una mejor calidad de vida porque hicimos algo en esta fundación.

Es importante hacer hincapié en que todos tenemos un poco la obligación de ser socialmente responsables. Sea lo que sea que ganemos, es importante que todos aportemos y participemos activamente con la sociedad. Si tuviéramos esa paciencia y esa dedicación de ayudar al prójimo, seríamos mejores.

Claudia Sáenz

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