Por Felipe Reyes Barragan
Años atrás se decía en los pasillos de la comunicación y la mercadotecnia que el contenido era el rey, ahora, con los cambios que estamos viviendo, podemos decir que el rey es ahora la atención.
Arrancamos el 2020 y después de 365 días del sexenio de Andrés Manuel López Obrador no hay mucho que podamos decir en cuanto a cambios de la estrategia de la comunicación y las relaciones publicas, es casi un hecho que ambos aspectos, en la practica, seguirán la misma tendencia sino es que algunas de ellas se refuerzan ante el inminente escenario político electoral que se avecina.
Lo que si es un hecho es que este año veremos mayores esfuerzos ante el impacto que las #Fakenews provocan en las conversaciones cotidianas, no solo en entornos digitales, también ya en los espacios físicos. Y es que en México la desinformación, la no transparencia ni la claridad, generan un problema de confianza y de opacidad, lo que bien puede ser percibido como ejercicios de discrecionalidad en nuestro país.
¿Y como se combaten las #fakenews? La respuesta es simple pero no por ello fácil, se contrarrestan con fuentes confiables y verificables, que sean accesibles y que no estén sesgadas, esto ultimo parece imposible en la arena política que hemos convertido ahora las redes sociales, donde lo menos que encontramos son argumentos y lo que sobra apasionamientos y ganas de imponer nuestras ideas sobre los demás.
Años atrás se decía en los pasillos de la comunicación y la mercadotecnia que el contenido era el rey, ahora, con los cambios que estamos viviendo, podemos decir que el rey es ahora la atención.
Y parece fácil ahora atraer la “atención” de los ciudadanos, de los medios, de los opositores, de todos, pero no es cosa sencilla hacerlo y sobre todo, mantenerla, ante ello, lo primero que debemos entender:
“La visibilidad no genera, por si sola, atención”
En términos de mkt, la visibilidad es una métrica que nos indica que el mensaje, en cualquier formato que sea proyectado, tenga presencia online y offline , es decir, que aparezca en pantalla o genere una conversación.
Ahora, en términos públicos, desde el ámbito de la comunicación social y política, la economía de la atención implica grandes retos ante la abundancia y accesibilidad de la información disponible ahora mismo.
La atención se obtiene siempre y cuando los contenidos estén adecuados a los públicos a los que van dirigidos, sean creativos, no esten sesgados y sobre todo, comuniquen algo mas de allá de sólo informar, por ello, en el 2020 esperaríamos que los actores sociales, económicos y políticos asuman alguna de las siguientes expectativas:
1.- Que los medios de comunicación recuperen la confianza de sus lectores marcando las diferencias entre las noticias, la opinión y las editoriales.
2.- El gobierno federal debe dejar de creer y por lo tanto, propagar, que son ellos, o él, la única solución mágica a los problemas de décadas de un país tan agobiado como México,
3.- Los ciudadanos debemos tener en claro que quienes nos gobiernan, nos representan, para bien y para mal, y que el proceso de acompañamiento y de exigencia es permanente. Pensar que somos buenos ciudadanos si defendemos a ultranza a nuestros funcionarios no nos llevará a buen camino, así como tampoco agarrar la bandera de atacar por atacar, exijamos pues, pero seamos mejores ciudadanos, informados, responsables y sobre todo, coherentes y congruentes.
“La confianza, como el arte, nunca proviene de tener todas sus respuestas, sino de estar abierto a todas las preguntas.” Wallace Stevens
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