Singladura | ¿Un sindicato más?

por | Ago 20, 2019 | De Puño y Letra | 0 Comentarios

Por Roberto Cienfuegos J.

Quizá el SNI […] esté llamado a jugar un papel clave en el impulso a los proyectos de infraestuctura del país, que urgen.

Participé hace unos días en Morelos en un evento del denominado Sindicato Nacional de Infraestructura (SNI), que comanda el doctor Nicolás Plascencia Albiter, quien convocó ante representantes de unas 40 seccionales a empujar para que se concreten cuanto antes los proyectos de obra pública en el país asociados al gobierno de la Cuarta Transformación (4T), aún estancados en el ya largo periodo de transición gubernamental.

Plascencia Albiter, quien reivindicó la dirigencia de un nuevo sindicalismo en México, dijo que el periodo de transición “nos ha retrasado la economía”, pero garantizó que se trabajará de la mano de los gobiernos, los empresarios y los trabajadores del país para que se concreten los grandes proyectos de infraestructura y en particular los que propugna el gobierno de la 4T.

“Tenemos gente profesional en áreas de construcción y gerencia. También en las nuevas leyes laborales porque tenemos que estar actualizados”, apuntó Plascencia Albiter en un discurso pronunciado en un auditorio de Cuernavaca, donde participaron cientos de dirigentes de más de 40 secciones sindicales del SIN de todo el país.

Consideró que “México tiene que seguir adelante” en sus proyectos de infraestructura para garantizar el éxito, “el éxito social y el éxito económico de México”.

Expuso que el nuevo sindicalismo “tiene que sumar” esfuerzos del gobierno, los empresarios y la clase trabajadora a fin de garantizar seguridad, educación, alimentos y un empleo que provea en general el bienestar de las familias del país. “No nos podemos quedar atrás”, dijo Plascencia Albiter, quien advirtió que en esta nueva etapa nacional “no tendrán cabida los sindicatos blancos”.

Aseguró que incluso los tratados comerciales internacionales de los que México forma parte “prevén nuevas condiciones laborales” para los trabajadores mexicanos. “Hay que actualizarnos. No nos podemos quedar atrás”, insistió.

Ratificó la urgencia de acelerar los proyectos de obra pública del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, entre ellos el tren maya y el corredor transístmico.

“México es un gran país y va a ser mejor con la participación de todos”, apuntó Plascencia Albiter.

El SNI, que reivindica una membresía nacional, tuvo su origen en respuesta de una necesidad de las empresas constructoras y de los Gobiernos municipales, Estatales y Federales, Encargados de la construcción de obras de infraestructura, que requieren de una organización de trabajadores y transportistas que les garantice paz laboral, un servicio adecuado de transporte y de trabajadores calificados, teniendo como resultado el éxito en los proyectos desde su inicio hasta su conclusión.

Quizá el SNI, parte de la Confederación Autónoma de Trabajadores y Empleados de México (Catem), que dirige el morenista Pedro Haces Barba, esté llamado a jugar un papel clave en el impulso a los proyectos de infraestuctura del país, que urgen.

En una reciente conversación con el doctor Raúl Feliz, del Centro de Investigación y Docencia Económicas (Cide), éste me comentó que en 2018, último año del gobierno de Enrique Peña Nieto, la inversión en infraestructura fue baja, la menor de todo ese sexenio. Apenas se ubicó en 3.5 por ciento del Producto interno Bruto (PIB) del país, la peor de los seis años.

“Son cifras ridículas”, refirió entonces Feliz, tras apuntar que la inversión promedio en infraestructura en México ronda el 4.5 por ciento del PIB, un indicador muy bajo.

“La inversión en México en infraestructura es ridícula”, me contó Feliz, quien propuso multiplicarla por tres al menos “si queremos crecer”.

El CAF-Banco de Desarrollo de América Latina propone invertir al menos un 5 por ciento del PIB nacional en infraestructura como condición para el desarrollo. El porcentaje mínimo recomendado por este ente bancario, originalmente Corporación Andina de Fomento o CAF, ha quedado grande en México.

Para Feliz, la baja inversión en infraestructura constituye “un problema estructural” de México, que hace 40 años “no crece en forma significativa”, y que el gobierno de la 4T ha prometido superar con una promesa de crecimiento anual estimada en cuatro por ciento.

Según Feliz, en la nueva etapa nacional de la 4T tampoco será sencillo el tema de la inversión en infraestructura. “No se trata de un asunto de voluntad de AMLO y ni siquiera del Congreso”, nos previno.

“Requerimos inversión de infraestructura, en equipo. La inversión en infraestructura es un complemento porque no se pueden instalar plantas, sin inversión en comunicaciones, en telecomunicaciones, sin ello no hay negocios”, evaluó Feliz, un convencido de que es urgente “un boom de inversiones” para detonar el crecimiento económico nacional.

A diferencia de otros estados nacionales, en México el balance público incluye a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y Petróleos Mexicanos (Pemex) y si se saca a esas empresas públicas, ahora llamadas empresas productivas del Estado, poco o nada queda, nos dijo el investigador y maestro del CIDE.

Feliz destacó igualmente la necesidad que tiene el gobierno de allegarse más recursos y tener una recaudación más alta a través de una reforma fiscal para destinar esos fondos a infraestructura. También es crítico el diseño de una red de incentivos para atraer montos mayores de inversión privada, apuntó.

Hizo ver sin embargo que en este momento hay una “dicotomía” notable porque el indicador sobre la confianza del consumidor “es histórico”, pero la confianza empresarial es raquítica de cara a las señales emanadas del Ejecutivo federal.

“No ha mejorado nada la confianza empresarial”, anotó Feliz. Esto impacta en forma negativa el crecimiento de la inversión y lo peor “no es el mejor momento para que ello ocurra”, diagnosticó.

Esperamos sin embargo que junto con el SNI de Plascencia Albiter, la reducción de las tasas de interés recién anunciada por el Banco de México y los 485,000 millones de pesos (mdp), anunciados por el titular de Hacienda, Arturo Herrera, se concrete “el empujoncito” que demanda la economía del país.

Al hacer el anuncio a fines de julio último, Herrera dijo que los tres ejes del plan son: inversión en infraestructura, adelantar licitaciones para 2020 y financiamiento a Pymes, créditos hipotecarios a través de la banca de desarrollo. Ojalá. El tiempo apremia y la economía bordea la recesión. Es un asunto clave.

Roberto Cienfuegos

Es licenciado en Ciencias de la Comunicación y Maestro en Dirección Comercial. Su trabajo periodístico en México, América Latina, Europa y Asia ha sido publicado por McGraw-Hill, la revista colombiana Dinero, las agencias noticiosas Ansa (Italia), United Press International (UPI de Estados Unidos) Xinhua de China y Notimex de México, los diarios La Opinión de Los Angeles, Hoy y The Dallas Morning News.

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