Atractivo milenario en Sonora.

por | Oct 1, 2013 | Ecosustentable, Octubre 2013 | 0 Comentarios

Cráter_o13La Reserva de la Biosfera El Pinacate y Gran Desierto de Altar cuenta con un paisaje privilegiado. En el horizonte se pueden observar volcanes extintos con sus cráteres y vestigios de derrames de lava, dunas de arena, así como lechos de arroyos antiguos y macizos montañosos de basalto y granito.

Por toda esa riqueza, y por ser el hogar de más de 300 especies de fauna, en julio de este año la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO por sus siglas en inglés) declaró a esta región Patrimonio Natural de la Humanidad.

OPORTUNIDAD DE DESARROLLO.

Cuenta con una superficie de 714 mil 556 hectáreas, de las cuales el escudo volcánico de la Sierra del Pinacate abarca 32 por ciento, mientras que el campo de dunas móviles y fijas cubre casi tres cuartas partes del terreno. El resto está ocupado por macizos montañosos, planicies costeras y llanuras.

Federico Godínez Leal, director de la reserva, reconoce que haber obtenido la distinción de la UNESCO no fue fácil, ya que se necesitó de un trabajo de más de ocho años para cumplir con los trámites de rigor.

El reconocimiento no sólo implica un mayor compromiso de las autoridades y de los habitantes locales para cuidar los recursos naturales, sino que también representa una oportunidad de crecimiento para los municipios sonorenses aledaños, como Puerto Peñasco, San Luis Río Colorado y General Plutarco Elías Calles.

Así lo considera Gerardo Figueroa Zazueta, alcalde de Puerto Peñasco, una localidad en la que se asienta 60 por ciento del total de la reserva. El edil asegura que su municipio está preparado con la infraestructura necesaria para recibir a los visitantes nacionales y extranjeros que acudan a El Pinacate, por lo que espera que en los próximos años el turismo se consolide como una de las actividades más rentables para la región.

Federico Godínez Leal_o13Al respecto, Federico Godínez considera que cada vez será más frecuente ver a turistas procedentes de Asia y de Europa,debido a que existen viajeros de dichos continentes que gustan de visitar reservas de todo el mundo.

“También trabajamos de la mano de los propietarios de las tierras que conforman el área natural. Los apoyamos para que el pago del impuesto predial y otras obligaciones fiscales del municipio no les represente una carga adicional a la labor que tienen de conservar la zona”, apunta Gerardo Figueroa.

FAUNA DIVERSA.

Federico Godínez comenta que un elemento geológico que destaca en el paisaje es la conformación de más de 400 conos volcánicos de diferente forma, tamaño y complejidad, en los cuales es común encontrar depósitos de ceniza y de rocas de diversos orígenes, los cuales se remontan a la era en la que se formó la Tierra, por lo que se trata de un sitio geológicamente complejo.

Sin embargo, el experto afirma que otro de los tesoros de El Pinacate es la diversidad de su fauna, conformada por 46 especies de mamíferos, de las cuales el berrendo, el borrego cimarrón, el tejón, la zorra del desierto y el murciélago de nariz larga están protegidas.

Asimismo, se han contabilizado 237 especies de aves, como el águila dorada, el tecolotito y el halcón cola roja; además de 45 especies de reptiles y cuatro de anfibios, como el camaleón de cola plana, la tortuga del desierto y el lagarto escorpión.

Y aunque se trata de una zona árida, también existen cinco especies de peces de agua dulce, como el charal de aleta larga, que viven en acumulaciones de agua que se forman en el lecho de arroyos de lava petrificada.

Debido a la belleza de sus formaciones geológicas, su riqueza biológica y paisajística, sus vestigios arqueológicos y por ser un sitio con un gran valor histórico y cultural, el Gobierno Federal decretó a El Pinacate y Gran Desierto de Altar como Reserva de la Biosfera en junio de 1993.

Tres cuartas_o13

TRABAJO PERMANENTE.

Godínez Leal sostiene que en los próximos años se deben redoblar los esfuerzos para cuidar de esta región, con el objeto de evitar que la UNESCO le retire el título de patrimonio natural.

Para ello, El Pinacate recibe recursos del Banco Mundial (BM) y del Gobierno Federal a través de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), y cuenta con el apoyo de instituciones como la Comisión Nacional Forestal (Conafor), la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) y la Comisión Nacional del Agua (Conagua).

Desde el 25 de octubre de 1995, la zona forma parte de la red de Reservas del Programa El Hombre y la Biosfera de la UNESCO. Asimismo, tiene la certificación de Sitio Ramsar y forma parte de la red de Reservas Hermanas del Desierto Sonorense.Tortuga_o13

Jacqueline Amesola Hernández

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