Los gobiernos locales concentran grandes cantidades de información, y requieren tecnología para aprovecharla. La mayoría de las administraciones optan por desarrollar sus propias herramientas, pero en el mercado existen soluciones integrales de hardware y software que se adaptan a las condiciones de cada entidad.
Desde 2008, las dependencias del Gobierno Distrito Federal (GDF) y las delegaciones han desarrollado y puesto a disposición de los ciudadanos bases de datos sobre diferentes temas. Asimismo, hace unos años, el municipio de Tulum, Quintana Roo, emprendió un proyecto para integrar una base de imágenes y herramientas geoespaciales, con el objetivo de crear una cartografía virtual de la entidad. En tanto, el estado de Durango apoyó a las alcaldías con la creación o modernización de sus portales de Internet.
Éstos son algunos ejemplos de políticas digitales que han desarrollado los gobiernos locales del país, las cuales tienen como elemento central la conformación de bases de datos automatizadas y centralizadas.
De acuerdo con las firmas consultoras y proveedoras de tecnologías de la información, se trata de herramientas básicas para cualquier solución y política digital que pretenda implementar un organismo público. Horacio Fernández, director de Industrias de la consultora Accenture, explica que las bases de datos son una colección o repositorio electrónico con grandes cantidades de información para ser consultadas o agrupadas de manera dinámica.
En el caso de las dependencias gubernamentales, detalla, estas bases concentran los datos relacionados con los ciudadanos, empresas y organizaciones de la entidad y están divididas en diferentes temas, como seguridad, educación, recursos económicos, red de transporte, características poblacionales, salud, obra pública, entre otros.
Fernando Irure, representante de Ventas para Gobierno de Oracle, refiere que estos datos se resguardan en una estructura definida para analizarlos y generar información clave en el diseño de políticas públicas centradas en resolver las demandas de la ciudadanía de manera proactiva, y muchas veces en colaboración con las personas. Los compendios de este tipo están conformados por información relacionada con la armonización contable de las administraciones locales, estudios de la opinión de las personas en torno a sus gobernantes en las redes sociales, padrones catastrales y denuncias ciudadanas de servicios —como recopilación de basura, bacheo, poda de árboles o temas de seguridad— entre otros, apunta Moisés Alcalde, socio consultor de gobierno y sector público de la firma de analistas Ernest & Young.
OFERTA AMPLIA
Las administraciones necesitan herramientas para estudiar la información que generan todos los días, principalmente aplicaciones para generar análisis con base en la segmentación de la población por edad, por género y por perfiles socioeconómicos, entre otros aspectos.
Gracias al análisis de estos compendios, es posible ubicar, por ejemplo, en qué colonias se concentra la mayor cantidad de personas de la tercera edad, con el objetivo de dirigir de manera eficiente los servicios geriátricos; en qué poblaciones la población infantil va a la baja, para reasignar los recursos en materia de educación, puntualiza el experto. La mayoría de las alcaldías optan por desarrollar sus propias aplicaciones. No obstante, Horacio Fernández apunta que si bien al principio se trata de una estrategia que funciona y reduce costos, a largo plazo los desarrollos propios son más complicados de mantener, porque en la medida que dichas aplicaciones prueban su utilidad, el número de usuarios crece y requieren mejoras. Pese a ello, asegura que es una propuesta adecuada para los municipios pequeños con presupuestos limitados.
Para el directivo, la oferta de soluciones para el aprovechamiento de la información pública es amplia, madura y capaz de resolver la mayoría de las necesidades de los gobiernos locales.
ABONAN A LA TRANSPARENCIA.
Las entidades que cuentan con un mayor desarrollo en política digital trabajan hoy día en la creación de bases de datos que se ponen a disposición de los ciudadanos para su análisis y desarrollo de aplicaciones en la tendencia de datos abiertos.
Un ejemplo de lo anterior son las delegaciones del Distrito Federal, las cuales ponen a disposición de los ciudadanos sus bases de datos en formatos que los ciudadanos puedan consultar sin restricciones, e incluso, emplear en la generación de herramientas útiles como aplicaciones para dispositivos móviles.
En los municipios, los padrones catastrales son estratégicos para diseñar mapas que pueden ser aprovechados por las dependencias encargadas de la seguridad, obra pública y recaudación, entre otras. Un ejemplo de lo anterior es el proyecto de percepción remota de la localidadTulum, generado con el apoyo del Fondo de Información y Documentación para la Industria (Infotec).
Dicho proyecto busca encuadrar las herramientas geoespaciales y la generación de datos disponibles en el sitio web de la alcaldía. Entre otras cosas, esta herramienta permite generar mapas interactivos del territorio con el fin de identificar y medir zonas urbanas y rurales, así como áreas arqueológicas y de reserva natural, incluso tiene la capacidad de seguir en tiempo real la trayectoria de un huracán para determinar las zonas con mayores daños en la localidad.
Asimismo, en Durango capital opera el programa Durango Ciudad Digital, una iniciativa de largo plazo que permite a los ciudadanos realizar cerca de 1,200 trámites en una sola ventanilla, en menos de cinco minutos.
Joana Soto Quintero, subdirectora de Sistemas de Información de dicho municipio, refiere que el programa se sustenta en cinco ejes: actualización de la infraestructura de TI y telecomunicaciones; consolidación de una unidad básica de catastro, para unificar losdatos de todas las dependencias; integración de las bases de datos para el desarrollo de todos los proyectos municipales; certificación de calidad de todas las instituciones para consolidar procesos de manera electrónica y mejorar la atención ciudadana.
OTRAS OPCIONES.
Horacio Fernández comenta que, si bien en el país existen ciudades que van a la vanguardia en proyectos TI como Monterrey y San Pedro Garza, Nuevo León; Guadalajara, Jalisco; Chihuahua, Chihuahua y Mérida, Yucatán, entre otras, posiblemente sólo 60 de los 2,445 municipios del país cuentan con la capacidad económica para adquirir este tipo de sistemas.
Para que más municipios tengan acceso a la tecnología que les permita aprovechar todo el potencial que ofrecen sus bases de datos, algunos gobiernos comparten con ellos sus recursos y les ofrecen apoyos para desarrollar estrategias de política digital, como lo hizo el gobierno de Durango en la anterior administración, al brindar apoyo a cerca de 30 municipios en la creación o modernización de sus portales web, de tal suerte que pudieran cumplir con la ley estatal de transparencia.
Fernando Irure menciona que otra alternativa son las soluciones básicas preempaquetadas, las cuales pueden operan sin estar conectadas a Internet, que más tarde pueden incorporarse sin problemas a los sistemas informáticos estatales.
Se trata de sistemas básicos de hardware y software que se pueden instalar en una oficina, aún sin contar con las condiciones óptimas, en los cuales se resguarda y actualizan las bases de datos y las aplicaciones desarrolladas para su análisis y difusión. La información se puede compartir entre las computadoras a través de medios físicos de almacenamiento si no se cuenta con infraestructura de telecomunicaciones.
Otra opción consiste en buscar la ayuda de especialistas en política digital para el desarrollo del proyecto municipal, porque su experiencia puede facilitar el acceso a fondos para financiar el proyectos encaminados al aprovechamiento de datos, ya sea de instituciones nacionales como el Banco Nacional de Obras y Servicios Públicos (Banobras) o internacionales como el Banco Mundial (BM), concluye Horacio Fernández.
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