ParqueHoy las ciudades mexicanas tienen muchos retos que afrontar en un corto plazo: brindar la seguridad mínima necesaria para sus gobernados, garantizar la dotación de los servicios municipales, contar con un sistema de transporte público eficiente y seguro, generar las oportunidades para la fuerza laboral que habita en dicho lugar y garantizar los mecanismos de cobro de impuestos, entre otros elementos. Aunado a esta complejidad, las dinámicas de urbanización y el desarrollo económico de la entidad marcan esquemas de transformación que se reflejan en el crecimiento de las mismas a través de la generación de zonas conurbadas, megalópolis e inclusive en la primera megaciudad del país; o bien, los problemas se agravan y las ciudades se transforman en ciudades dormitorio o tienden a desaparecer.

Cabe señalar que el sistema de planeación urbana en sus diferentes niveles de actuación, así como los instrumentos normativos y de gestión territorial que han prevalecido en las últimas décadas, poco han favorecido al fortalecimiento de las ciudades medias, ya que carecen de mecanismos que permitan establecer actos de autoridad armónicos entre sí y medidas orientadas al ejercicio eficiente del erario público, donde prevalezca el bien común, la conservación del patrimonio histórico y cultural de la comunidad, el desarrollo tecnológico y la conservación del medioambiente y sus recursos naturales.

Las ciudades que han presentado un crecimiento en los últimos años no están identificando las mejores prácticas globales en el desarrollo sustentable de la región, así como los diferentes modelos de gestión y gobernanza para el desarrollo de ciudades más inteligentes orientadas al fortalecimiento de la participación de los actores que la integran y la instrumentación de acciones que permitan construir entidades más competitivas.

En este sentido, las ciudades medias tienen los siguientes retos para prevalecer y fortalecerse en un marco de desarrollo sustentable: afianzar un modelo de inclusión social y libre de violencia de género, así como establecer un esquema con una clara vocación en crecimiento tecnológico y desarrollo económico, y en la preservación del patrimonio histórico y cultural.Además, establecer un programa de profesionalización de los servidores públicos en activo, instrumentando el Servicio Público de Carrera a través de los centros educativos con que cuenta la ciudad.

Adicionalmente, se debe buscar la generación de nuevos esquemas de gestión urbana, simplificación administrativa y el trabajo colegiado.

REDES DE DESARROLLO

La existencia de ciudades medias en el país radica principalmente en un tema de escala, es decir, se deberá establecer en la región una red de metrópolis, las cuales generen sinergias de desarrollo y, por otro lado, se autorregulen y establezcan acciones de gobierno a nivel municipal y estatal en coordinación con los lineamientos que se establezcan en la Federación.

Las ciudades medias deberán observar las siguientes directrices para instrumentar políticas públicas y programas de acciones de gobierno y proyectos asociados de manera individual, en coordinación con las urbes que integren la red:

• Mejorar y preservar la calidad de vida de los ciudadanos, así como la conservación del medioambiente y sus recursos naturales.

• Fomentar la participación ciudadana en el desarrollo de la ciudad y el impulso a las actividades que incidan en las dinámicas socio-culturales de la comunidad para la regeneración del tejido social y el sentido de pertenencia.

• Fomentar la participación comunitaria y la identificación de proyectos orientados al desarrollo social, cultural y económico de las familias, los grupos vulnerables y la base de la pirámide.

• Establecer el recurso hídrico como un elemento estratégico y transversal para el desarrollo de la ciudad y la red de ciudades, y no como un problema de operación en la administración y gestión del mismo.

• Desarrollar el proyecto de movilidad de las ciudades medias en los ámbitos local, estatal y regional.

• Implementar las mejores prácticas globales en el desarrollo de las ciudades, así como las diferentes plataformas tecnológicas para garantizar el uso eficaz y transparente de los recursos, disminuir el subejercicio y contar con una herramienta que permita evaluar de manera oportuna y objetiva el actuar del servidor público.

• Identificar la nueva infraestructura que requiere la región, así como los retos que se tienen en el siglo XXI, como puede ser el bono demográfico del país y la necesidad de crear ámbitos laborales para la tercera y cuarta edad.

• Instrumentar agendas institucionales para atender los problemas de salud pública, seguridad de barrio y gobernanza, entre otros, a través de mesas de trabajo para la asignación de recursos, responsables y mecanismos de evaluación para medir su efectividad.

Miguel Ángel Tellez Trevilla

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