El Gobierno Federal comenzó la construcción de dos obras de infraestructura en el Valle de Toluca: la autopista La Marquesa-Toluca y el primer tramo del viaducto ferroviario del Tren Interurbano de Pasajeros México-Toluca. Estas obras tendrán un costo superior a 41 mil 500 millones de pesos (mdp).
En el caso de la autopista, tendrá una longitud de 13.6 kilómetros y se espera que tenga un aforo diario de 20 mil automóviles; el costo previsto para esta obra es de 3,500 mdp.
Con esta nueva vía se tiene previsto un incremento en la productividad de la zona y atraer mayores inversiones, lo que se traduciría en empleos para los habitantes de esa zona del Estado de México. Se trata de una vialidad de cuatro carriles con tres viaductos elevados que permitirá conectar con Ixtapa, Atlacomulco y Toluca.
En tanto que el tren interurbano recorrerá en 39 minutos 57.7 kilómetros entre Zinacantepec y Observatorio; al utilizar trenes de alta velocidad disminuirá la emisión de contaminantes.
Con esta opción de transporte masivo se busca conectar al poniente del Distrito Federal con el valle de Toluca.
Se tiene previsto que tenga dos terminales: Zinacantepec y Observatorio, y cuatro estaciones: Lerma, Metepec, Aeropuerto y Terminal de Autobuses.
En la terminal de Observatorio los usuarios podrán tener conexión con la Línea 1 del Sistema de Transporte Colectivo Metro, y en un futuro lo podrán hacer con las Líneas 12 y 9.
Mientras que el proyecto de tren de alta velocidad a México-Querétaro se espera que tenga un costo de 42 mil mdp, y las obras comenzarán en 2017. La terminal se tiene proyectada en la zona de Calesa, a unos metros de los Arcos de Querétaro; se contempla un estacionamiento para 3,500 autos y 12 obras complementarias.
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