Por Bertha Herrerías
Cada empresa tiene su propia historia y, por desgracia, en el caso de los emprendimientos, muchas de ellas son de fracaso. Quizá las menos son un éxito.
¿En dónde está la diferencia? ¿Cuál es el secreto para llegar a ser una empresa global? Hay muchos caminos según hemos leído en infinidad de artículos periodísticos, reportajes, entrevistas y libros, en los que, tal vez, los elementos comunes son trabajar mucho y no darse por vencido. Algunos emprendedores siempre sueñan con serlo, a otros, simplemente, les llegó la inspiración después de vivir algún hecho que los transformó, etcétera; otros, parecen inexplicables.
100 millones de Hair Ties y un Vodka Tonic, es el mejor libro de negocios de habla inglesa en el 2021, según el famoso Business Journey. Narra la historia de un emprendimiento exitoso único, con lecciones para quien sepa leerlas.
Es la historia de una chica danesa/española quien, una noche de juerga universitaria, como parte de un disfraz, se enrolló un pedazo de cable telefónico en la cola de caballo. Al día siguiente, amaneció todavía con éste en la cabeza y fuera de sentirse confundida por el par de vodka tónics que tomó de más, no sintió tensión ninguna por el cable que sujetaba su pelo. Maravillada, llamó a su novio Félix y le contó que acababa de tener una idea.
Decidieron probar, buscaron un proveedor que les fabricara hair ties con la idea del cable telefónico, buscaron un nombre, cómo empacarlas y, por supuesto, los nada fáciles pasos de distribución y venta. Así empezó un negocio que ha vendido más de 100 millones de ligas de pelo alrededor del mundo, en 85 mil puntos de venta repartidos en más de 70 países. Hoy facturan millones de dólares al año al haber cambiado la categoría de accesorios para el cabello y el escenario de venta minorista para productos capilares. Buscaron un nombre para la marca que no existiera; con el objetivo de que al buscarla en Google apareciera en primer lugar, le pusieron Invisibobble.
Félix y Sophie invirtieron cuatro mil dólares cada uno, equivalentes a 1350 vodka tónics. No soñaban que su pequeña idea se convertiría, algún día, en algo que se comercializaría en peluquerías, farmacias, grandes almacenes, gigantescas empresas de mercado minoristas, aeropuertos y cruceros.
Este libro, ameno y con muchas ideas que pueden ser aplicadas para chicas, medianas y grandes empresas, nos ofrece en cada capítulo claves de desarrollo de negocio que pueden ser replicables en cualquier lugar o giro empresarial. Nos cuenta la autora que Félix, quien ya no es su pareja pero sigue siendo su socio, ha sido siempre una persona que resuelve y toma decisiones, se encarga de los números, en cómo obtener dinero ahora mismo y que ella es mucho más creativa, se enfoca en nutrir la marca y en pensar las cosas a largo plazo. Considera que se necesitan ambos estilos para que una sociedad comercial sea exitosa, a pesar de que esa diferencia ocasione discusiones.
Sophie comparte los aciertos que los han llevado a crecer pero también muchos de los tropiezos y malas de decisiones a los que se han enfrentado; está consciente de que cometer errores es la única forma de aprender. La visión que tuvieron al principio fue ponerle una marca a una liga de pelo que pudiera ser asociada a un estilo de vida y así venderla en grandes almacenes. “No provenir de la industria de los productos capilares evitó que estableciéramos límites artificiales para nosotros mismos porque no conocíamos las reglas”, nos dice. Los productos tienen éxito porque no hacen lo que los demás hicieron y han tomado riesgos.
Este libro, publicado por LID Editorial, es una historia de pasión y determinación; un modelo para todos los que lo lean. La autora es consciente de que no está cambiando el mundo, pero sí que, con una liga Invisibobble, mejora un aspecto de la vida de millones de personas a las que ya no les da jaqueca cuando se detienen el pelo, y para ella esto es algo por lo que vale la pena vivir. Ni más ni menos.
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