El Senado de la República avanzó esta semana en la iniciativa presidencial para reformar la Ley Federal de Armas de Fuego y Explosivos que le permitirá, en caso de aprobarse, a los agentes migratorios extranjeros, aduanales y de seguridad para jefes de Estado, la portación de armas de fuego en territorio nacional.
Las armas no deben ser de calibre superior a 40 milímetros, esto se haría en recintos específicos para inspecciones aduanal y migratoria. Los agentes de otros países sólo podrán usar las armas que utilizan en su país de origen como parte del equipamiento asignado por la institución a la que pertenecen. Los permisos los otorgará la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y serán temporales.
Este jueves, la iniciativa de presidencia será llevada a la Cámara Alta para ser discutida en el pleno. La ley contempla los principios de reciprocidad y los acuerdos interinstitucionales, en donde los encargados de dar aviso a la Sedena respecto a las armas que entren o salgan del país serán Gobernación y Hacienda.
El senador panista Héctor Larios, que participa en la iniciativa, asegura que esta ley asegura la protección de los funcionarios, de acuerdo a un proceso en la Convención Internacional de Protección a funcionarios que visitan nuestro país.
Cristina Díaz, presidenta de la comisión de Gobernación, explicó que a México le queda muy clara la oportunidad de activar la economía y modernizar sus fronteras.
Alejandro Encinas, aseveró que está ley no es apoyada por el gobierno estadounidense y no es necesario traer más armas a México, no se nota la reciprocidad de las naciones y no cree que active o beneficie a la economía mexicana.
Por otra parte Manuel Bartlett, coordinador del PT, tachó de absurda la ley “¿Cuántos agentes de la DEA, CIA y FBI ya portan armas en México?” cuestiono.