Organizaciones civiles y comunidades de la zona de Aztlanes en Tabasco, señalaron que las obras realizadas del Plan Hídrico Integral de Tabasco (PHIT), dejan sin protección a las zonas bajas del municipio de Centro.
El PHIT se anunció para prevenir una inundación devastadora como la que ocurrió en 2007, y aunque la posibilidad de que un desastre como ese vuelva a ocurrir disminuyó con algunas obras, el riesgo continúa, según los habitantes de 21 comunidades de la zona.
Habitantes de la zona rural de Aztlanes, municipio de Centro, y de la región chontal de Nacajuca, dijeron estar temerosos, pues las obras para desviar corrientes pluviales, como las ventanas de alivio en el río Grijalva y la compuerta El Macayo, en el cruce de los ríos Carrizal y Samaría, provocaron que las corrientes ahora se dirijan a sus comunidades.
La zozobra “es mayor cuando llueve, porque las ventanas de alivio que hizo la Conagua (Comisión Nacional del Agua) como parte del plan hídrico llevan las agua del río Grijalva a los poblados de esta región”, afirmó Javier Torres Sánchez, coordinador del Movimiento Ecologista de Tabasco (Metab).
Denunció que las inundaciones en 2010 y años siguientes fueron causadas por las obras del PHIT y afectaron a comunidades que se ubican en la margen derecha del río Grijalva, entre ellas Tintillo, José López Portillo, Aztlán 1, 2 y 3, La Piedad, Majagual y otras, todas en el municipio de Centro.
Además el riesgo también está presente en poblados de Cunduacán, Jalpa de Méndez y la zona chontal de Nacajuca, entre ellos Tierra Adentro, Reforma, así como la región conocida como los Oaxicaques.
*Con información de: La Jornada