Alcaldes de México | 09 de junio de 2022.- Con el propósito de prevenir el trabajo infantil en las comunidades agrícolas de Acatlán de Pérez Figueroa y Soyaltepec, en Oaxaca; y de Zongolica y Tezonapa, en Veracruz, se ha implementado el programa “Campos de Esperanza”, de World Vision México.
Fotos: WorldVisionMx
El proyecto, que se trabaja en conjunto con Sikanda y Fondo para la Paz, se considera específicamente en los sectores de caña de azúcar y café. Todo, con el financiamiento otorgado por el Departamento de Trabajo de Estados Unidos (USDOL).
Esta iniciativa de cooperación internacional que opera desde 2016, es parte del enfoque integral que World Vision México ha promovido para prevenir el trabajo infantil, que incluye la colaboración con las comunidades, los trabajadores agrícolas, las familias, las escuelas y los sectores público y privado.
Tiene además, el propósito de mejorar las condiciones de trabajo y promover los derechos laborales de las y los jornaleros, cuyas buenas prácticas ya se han extendido a otros estados como Chihuahua, Sinaloa, Baja California y Jalisco.
Actualmente, de acuerdo a la ENTI 2019 (INEGI), Oaxaca ocupa el primer lugar en México con casos de trabajo infantil, con 21.5 por ciento, en comparación con la media nacional que es 11.5 por ciento, situación que podría agravarse a causa de la pandemia por Covid-19. Esto, debido a que a nivel nacional, 2.9 millones de estudiantes entre 3 y 29 años no se inscribieron en el ciclo escolar 2020-2021 por falta de recursos.
“Ante este retroceso se hace aún más necesario que podamos actuar en conjunto para erradicar el problema”, dijo Óscar Castillo, director de Campos de Esperanza. “Este 12 de junio se conmemora el Día Mundial contra el Trabajo Infantil, lo que nos da la oportunidad de enfatizar que únicamente podrá ser erradicado con la colaboración de todas y todos: instituciones públicas, sector privado, academia y sociedad civil”.
Acciones emprendidas
Entre las acciones que Campos de Esperanza ha implementado destacan la capacitación a funcionarios públicos, el establecimiento de lineamientos de reclutamiento responsable que incluyen manuales y guías que sirven de pautas para que cada sector defina políticas, códigos de conducta o planes de acción.
También se han desarrollado capacitaciones a productoras y productores de ambos sectores, así como la sensibilización, pues existe una tendencia a normalizar y romantizar el trabajo infantil, por lo que han creado campañas de comunicación presenciales a nivel comunitario, a través de medios electrónicos, radiofónicos y de forma impresa para informar sobre los riesgos, causas y consecuencias.
Los logros sobresalientes incluyen:
- Más de 18 mil productoras y productores capacitados en seguridad y salud en el trabajo.
- Más de 2 mil servidores públicos capacitados en prevención del trabajo infantil y derechos laborales.
- Más de 1,500 niñas y niños en riesgo de trabajo infantil, reciben servicios educativos.
- Más de 2,500 niñas, niños y adolescentes participaron en talleres de habilidades para la vida.
Oscar Castillo mencionó que entre las buenas prácticas implementadas por el proyecto se destacan el establecimiento de Brigadas Covid en el sector azucarero, a través de las cuáles se han promovido acciones prevención de contagios por el virus en los ingenios y campos azucareros.
Lo anterior, es un ejemplo de la colaboración y compromiso entre industriales, organizaciones de productores, gobierno y el proyecto para prevenir el trabajo infantil y promover derechos laborales, afirmó.
El programa Campos de Esperanza buscará abrir nuevas oportunidades de colaboración con el gobierno, la sociedad civil, la academia y el sector privado para continuar la labor de prevención del trabajo infantil, el trabajo forzoso y mejorar las condiciones laborales de las y los trabajadores agrícolas, centrándose en las comunidades y familias más vulnerables, así como mujeres trabajadoras de campos agrícolas.
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