Por Isaías Ocampo
Alcaldes de México | 7 de octubre de 2020.- Las nuevas tecnologías permiten habilitar la participación ciudadana para construir sistemas de información en tiempo real e integrarla para su uso inteligente por parte de las corporaciones de seguridad pública en estados y municipios, lo que en estos tiempos resulta indispensable no sólo para reaccionar sino para prevenir los delitos. Además estos sistemas se pueden utilizar para tener un mejor control de crisis como la que atraviesa el mundo por la COVID-19, explicó Ricardo Corral Luna, coordinador general del nuevo Consejo de Asesores de Carbyne México.
“Las tecnologías de frontera ya no tienen que ver solamente con los sistemas tradicionales como la videovigilancia, lectores de placas o radiocomunicaciones […] que fortalecen las capacidades de las corporaciones para que funcionen mejor en interacción con la ciudadanía”, refirió el experto de Carbyne México en Alcaldes de México En Vivo: Gobiernos locales ante COVID.
Detalló que “las nuevas tecnologías buscan habilitar a los ciudadanos como ‘informantes’ al suministrar información en tiempo real utilizando los dispositivos a sus disposición para una mejor reacción de las corporaciones”.
Recabar esa información también resulta fundamental para que las instancias de seguridad puedan construir una mejor inteligencia a través de su análisis sistemático y anticipar o prevenir el delito, lo cual es esencial para reducir la incidencia delictiva.
Lo anterior se puede lograr a través del uso de dispositivos móviles como celulares, computadoras o relojes inteligentes, entre otros, porque ofrecen la posibilidad de incorporar datos, mandar video, texto o voz, los cuales pueden ser almacenados y estructurados para un análisis posterior.
La geolocalización para una reacción inteligente
Una de las ventajas de las nuevas tecnologías en favor de la seguridad pública, explicó Corral Luna, es la geolocalización, indispensable para saber dónde ocurren los hechos y a qué hora, “porque permiten ubicar patrones geográficos, espaciales, temporales, tendencias y momentos en que se dan más bajo ciertas circunstancias; permite una mejor comprensión del entorno de variables alrededor de un fenómeno específico”.
“La geolocalización permite una reacción más inteligente, por ejemplo saber dónde ubicar las unidades, horarios donde debe haber más operadores en el 911. Está probado que si sabes dónde sucedió el hecho y dónde están los elementos o capacidades es más fácil hacerlos llegar a tiempo; reduces tiempos, costos, significas procesos y eso tiene un impacto positivo en la percepción ciudadana y al interior de la administración para mejorar el uso de los recursos”, detalló el asesor de Carbyne.
Georeferenciar casos de COVID
“¿Qué tal si tuviéramos la posibilidad de georeferenciar los casos de covid? Los podríamos tener alimentados en un sistema donde podemos identificar su ubicación, cuándo inició, dónde sucedió y cuándo cerró, como si fuese un incidente de emergencia reportado al 911”, señala Ricardo Corral.
Para ello existen sistemas capaces de suministrar información para incorporar los datos “y está demostrado su capacidad cada vez más”, acota el experto.
Ahí empresas como Carbyne permiten a los gobiernos integrar información y explotarla para habilitar una mejor comprensión y análisis inteligente para un despliegue operativo, de prevención e identificación de patrones.
“Los datos que no son georeferenciados, en términos de operación policial, de proximidad y prevención, tienen una utilidad reducida; es importante saber cuántos delitos hay pero son pocos útiles a nivel de municipio, si los conozco a nivel de calle en relación a expendios, tiendas o escuelas, entonces tengo una mejor capacidad de actuar, de utilizar la información e integrar datos para poder actuar”, señala Corral Luna.
El potencial del 911 como fuente de información
Actualmente la principal fuente de información sobre incidencia delictiva está integrada a partir de los reportes de las fiscalías estatales en las publicaciones mensuales del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, sin embargo existen muchos delitos que no se denuncian en los ministerios públicos o fiscalías.
Alrededor del 95% de los delitos no se denuncia, según informes del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), por lo que se debe contar con información adicional y el 911 puede ser la principal fuente de esos datos, “sobre todo cuando se fortalece con información de los propios elementos de seguridad como primeros respondientes; eso significa que puede ser dentro del contexto de la llamada o por la actuación regular de los elementos en campo. Ahí es donde tenemos la mayor capacidad de generar datos y tener una mejor percepción del fenómeno delictivo”, sugiere el especialista de Carbyne.
El acceso a estos sistemas de información
Actualmente existe la tecnología y los sistemas que ayudan a mejorar la seguridad pública que, además, se pueden combinar con ambientes más amplios e interconectados a desarrollos que ya existen.
En los servicios del ecosistema Carbyne se cuenta con pruebas del concepto de entre tres y seis meses ya usados en 18 entidades federativas de México. “Hay posibilidades de apoyar, probar, entender, incorporar y normalizar los beneficios de este tipo de servicios y sistemas”, aseguró Ricardo Corral Luna.
Aprender a usar y aprovechar los implementos tecnológicos puede hacer la diferencia y hay casos probados en México que han dado buenos resultados en esa dirección y estoy seguro de que hacia allá avanzan muchos municipios y gobiernos estatales”, finalizó el asesor de Carbyne México.
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