Al cierre de 2018, la paridad de género llegó al ámbito legislativo federal y local, en 2019 se aprobó una reforma constitucional para garantizar esta condición en los puestos de toma de decisiones

Igualdad

FOTO: DREAMSTIME

En octubre de 2018, el pleno de la Cámara de Diputados aprobó que en la plataforma de comunicación, documentación y papelería oficial se inscribiera la leyenda conmemorativa “LXIV Legislatura de la Paridad de Género”. Era la primera vez que en ese órgano legislativo se alcanzaba una proporción de 48.2 por ciento de las curules ocupadas por mujeres.

Lo anterior fue una muestra del avance de la participación femenina en puestos de toma de decisiones. Hasta hace 20 años, sólo Suecia, Noruega, Finlandia y Dinamarca tenían más de 30 por ciento de representación parlamentaria femenina. Hoy día, los congresos de países como Bolivia, Granada, Nicaragua, Costa Rica, Cuba y México se encuentran entre los primeros 10 con más de 40 por ciento de legisladoras en su integración.

Entre las acciones impulsadas para que los partidos políticos postularan a más mujeres para la integración del Congreso se encuentran las cuotas de género. En 2002 se estableció una cuota obligatoria que los partidos debían observar: 30 por ciento de sus candidaturas debían estar representadas por mujeres. Después, la cuota aumentó a 40 por ciento y, en 2014, se estableció el principio de paridad de género en la Constitución Política para empezar a aplicarse en 2015.

Sin embargo, una de las reformas más importantes tuvo lugar el 23 de mayo de 2019, cuando el Senado de la República aprobó el dictamen por el que se reforman diversos artículos de la Constitución Política, con el fin de garantizar la paridad de género en los puestos de toma de decisiones, como cargos de elección popular, titularidades de las secretarías de despacho del Poder Ejecutivo y sus equivalentes en las entidades federativas, entre otros más.

La declaratoria de aprobación señala a los artículos 2, 4, 35, 41, 52, 53, 56, 94, y 115 de la Constitución como los reformados para garantizar la paridad de género.

“Había que plasmarlo en la ley, concretamente en la Constitución, y fue por eso que su servidora, junto con otra compañera de Acción Nacional, presentamos una iniciativa para incorporar la paridad en los tres órdenes de gobierno, en los organismos autónomos y en los organismos de carácter jurisdiccional y administrativo, esto permite que la paridad ya no sea cuota sino que sea igualdad, la mitad y la mitad, reconociendo el derecho de las mujeres a la participación y la obligación del estado de brindar las mismas oportunidades y el mismo trato para la participación política”, explica Martha Lucía Micher, Presidenta de la Comisión para la Igualdad de Género de la Cámara de Senadores .

DEUDA HISTÓRICA

Wendy Briceño Zuloaga, Presidenta de la Comisión de Igualdad de Género de la Cámara de Diputados, apunta que el avance ya es visible. “Por ejemplo, en las convocatorias del Poder Judicial ya se pueden observar concursos dirigidos a las mujeres gracias a las reformas que se han dado desde las cámaras. Hay que recordar que éste es un trabajo logrado en conjunto por las mujeres desde la política y desde la sociedad civil, tanto a nivel federal como en los estados.”

Wendy Briceño Zuloaga.

Wendy Briceño Zuloaga.
FOTOS: ROSALÍA MORALES

Comenta que a finales de 2019 se enviaron a las comisiones del Senado reformas importantes para garantizar la participación de las mujeres en la política. “Para que exista paridad se deben garantizar los derechos de las mujeres, por ello, desde la Cámara de Diputados enviamos modificaciones y propuestas importantes para garantizar la vida política de las mujeres sin violencia.

La Senadora Martha Lucía Micher asegura que los cambios generados en los últimos años tienen que ver con el tema de igualdad sustantiva.

“Podemos hablar de tres tipos de igualdades: la igualdad formal, es decir, la que está plasmada en las leyes; la igualdad sustantiva, que es la modificación de las circunstancias que rodean a las mujeres para acceder a los ejercicios de los derechos, y la igualdad de resultados. Esto es igualdad sustantiva porque, si bien estamos modificando las leyes, que es igualdad formal, también estamos modificando el entorno y las circunstancias que rodean a las mujeres para ocupar puestos de decisión.”

La justicia electoral, sostiene la legisladora, “se pone los lentes de género, juzga con perspectiva de género y les da preferencia a las mujeres porque analiza las situaciones de desigualdad en las que fueron tomadas las decisiones para dejarlas fuera de una lista de representación plurinominal, por ejemplo. Al modificar las circunstancias, al capacitar, especializar, al trabajar con todos los impartidores de justicia, con todos los juzgadores, se modifican las circunstancias para que las mujeres accedan en igualdad de condiciones y de oportunidades al ejercicio de sus derechos políticos”, sostiene.

Kenia López Rabadán

Kenia López Rabadán.
FOTOS: ROSALÍA MORALES

Asimismo, Martha Lucía Micher afirma que el siguiente paso es trabajar en modificar las leyes secundarias, que son las que rigen a cada una de las dependencias, para garantizar que la igualdad de género se cumpla. “Pero también hay que trabajar en la especialización y capacitación en temas relacionados con los derechos de las mujeres, los funcionarios deben entender que no es un tema de contentillo ni de privilegios, sino un tema de derechos”.

Wendy Briceño asegura también que el tema de igualdad de género no es propio de la política, sino que “se tiene en todos los ámbitos de la vida pública y privada, en los que, por ejemplo, aún existe una brecha salarial importante. Se les niegan derechos a las personas que se dedican a trabajos del hogar y que en su mayoría son mujeres, así como en el acceso a ciertos puestos. Para ello también estamos trabajando en el acceso a la seguridad social con el programa piloto de ingreso al seguro de las trabajadoras del hogar. Especialmente trabajamos en las definiciones de los tipos de violencia para garantizar que el acceso a la justicia sea un derecho”.

Kenia López Rabadán, integrante de la Comisión Para la Igualdad de Género de la Cámara de Senadores, reconoce que el tema de igualdad de género en lo local sigue siendo un tema complicado porque “es un asunto cultural en el que las mujeres debemos romper el techo de cristal y luchar por acceder a los espacios”. Aún hay mucho que cambiar en los gobiernos locales, coinciden ambas legisladoras. “Algunos gobiernos locales avanzan en el tema por voluntad política pero debe ser una garantía constitucional y no una consideración de quien esté en el poder”, enfatiza Wendy Briceño. CAMBIO DE MENTALIDAD Carol Arriaga García, Secretaria de Mujeres del partido Morena, destaca la dificultad que representa llevar a cabo el cambio cultural en cuanto a la inclusión de las mujeres en la vida política.

Carol Arriaga García.

Carol Arriaga García.
FOTO: CORTESÍA DE ISRAEL FRÍAS ÁNGEL/MORENA

“Es un tema que se da indiscriminadamente en las zonas rurales, ciudades y en todos los ámbitos de gobierno, las trabas que los hombres imponen a las mujeres no tienen distinción social. Es aquí donde se debe dar el cambio cultural, debemos trabajar con las mujeres para que hagan valer sus derechos, para que sepan cuáles son y que los hombres entiendan que debe existir una paridad de género que actualmente se encuentra sustentada en la Constitución, pero que si no se da un cambio en el pensamiento, difícilmente se concretará.”

El trabajo del cambio cultural en la sociedad, comenta, es un tema complicado porque se debe adecuar a todas las regiones del país. “Difícilmente las personas con más arraigo de esas ideas machistas aceptarán el avance en los derechos de las mujeres, aunque éstos estén respaldados por las leyes. Debemos impulsar el cambio también desde la sociedad apoyadas por los ciudadanos y especialmente por las ciudadanas. En la actualidad, capacitamos en formación política a todas aquellas mujeres dentro y fuera del partido que quieran ingresar a la vida pública, esto es un tema de apoyo a las mujeres más allá de partidos.”