Las largas filas, los traslados a las oficinas del ayuntamiento, las abundantes copias fotostáticas, el tiempo, el pago de estacionamiento y de gasolina y en general los procedimientos burocráticos ya no son problema en Colima capital, donde la digitalización de varias gestiones administrativas aligeró la carga a las 10 mil unidades productivas que existen en la ciudad y a los emprendedores que están por inaugurar nuevos establecimientos.
Una empresa se puede abrir solamente con seis trámites y en siete días, lo que convierte a dicha alcaldía en el lugar donde es más rápido echar a andar una fuente de empleo en todo el país, según el estudio Doing Business 2013 del Banco Mundial (BM).
Sin embargo, el documento no consideró en su fecha de corte que, desde mayo de este año, también se pueden obtener por Internet documentos como licencias de funcionamiento y de construcción, o transmisiones patrimoniales, lo que puede requerir de sólo un día, asegura la Dirección de Fomento Económico del municipio.
“Antes era una peregrinación para abrir un negocio en la ciudad”, recuerda Andrés Rivas, presidente de la Cámara Nacional de Comercio (Canaco) en el estado de Colima. En cambio, si ya se cuenta con todos los papeles, la instalación de comercios o compañías de servicios puede tardarse actualmente un día, aunque en algunos casos podría tomar tres por algunos procedimientos o documentos que requieren más tiempo, añade el empresario.
Modelo perfecto: SE.
Por sus facilidades en apoyo al emprendedor, tanto el estado como el municipio “son el modelo perfecto porque digitalizaron y homologaron trámites”, asegura la subsecretaria de Competitividad y Normatividad de la Secretaría de Economía (SE) federal, Rocío Ruiz.
Las mejoras pudieron efectuarse por la continuidad en las políticas públicas de las administraciones municipales y también por el tamaño del estado, sin olvidar el hecho de que los municipios más importantes son conurbados, argumenta la funcionaria.
Asimismo, los grandes cambios no hubieran sido posibles sin la coordinación de esfuerzos entre e l ayuntamiento y e l gobierno estatal, asegura el secretario de Fomento Económico del estado de Colima, Rafael Gutiérrez Villalobos, quien añade que en todo momento la meta fue acabar con las prácticas lentas y burocráticas que generaban costos o diligencias innecesarias.
Además, la iniciativa privada y la academia también hicieron su parte en el proceso de desregulación. Sobre todo la primera, al existir diálogo entre autoridades locales y representaciones de organismos como Canaco, las cámaras Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac), Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC) y la Nacional de la Industria de Desarrollo y Promoción de Vivienda (Canadevi), así como la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex).
Todo en un solo lugar.
Hace cuatro o cinco años no había mucha empatía entre el ayuntamiento y el sector productivo, pero ahora se efectúan reuniones hasta cinco veces al mes entre ambas partes, refiere Andrés Rivas. Con ese intercambio de impresiones, se lograron definir medidas para hacer más eficiente la apertura de establecimientos, como fue la creación del Centro Municipal de Negocios.
En dichas oficinas se pueden realizar aproximadamente 46 trámites de los tres órdenes de la administración pública —que abarcan las obligaciones al inicio y a lo largo de la vida de una empresa— tales como licencias comerciales, expedición de permisos de publicidad transitoria, alta en el régimen de pequeños contribuyentes, expedición de constancia de desalojo de aguas residuales, aviso de apertura ante lasautoridades sanitarias, licencias de construcción, planeación y ordenamiento urbano, ecología, catastro e ingresos, entre otros más.
Para las obligaciones federales se cuenta con una sala de servicios empresariales con conexión a Internet, en la cual se pueden realizar diversos procedimientos de la SE, a través del sitio www.tuempresa.gob.mx, así como movimientos relativos al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), las secretarías de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) y de Salud (SS), así como del Servicio de Administración Tributaria (SAT).
Por la parte estatal, cada Centro Municipal de Negocios tiene representantes de las secretarías locales de Salud —específicamente de la Comisión para la Protección contra Riesgos Sanitarios— y de Finanzas, además de la Comisión Intermunicipal de Agua Potable y Alcantarillado.
Respecto al ámbito municipal, concurren funcionarios de seis direcciones: Catastro, Ingresos, Inspección y Licencias, Ecología, Desarrollo Urbano y Fomento Económico.
Como resultado, en dichas oficinas se puede realizar una rectificación de predio, pagos de todo tipo y expedición de licencias para giros comerciales, industriales y de servicios. Asimismo, se puede obtener un permiso de publicidad transitoria o autorización para podas y hasta conseguir asesoría en los trámites en línea para abrir un negocio, entre otros más.
Punta de lanza estatal.
La ventaja de acudir a un solo lugar y de digitalizar las gestiones administrativas ha permitido que los costos de las compañías hayan disminuido 35 por ciento en promedio, ya que para realizar algún procedimiento no hay necesidad de llevar copias, ni de hacer recorridos por varias ventanillas, ni de realizar gastos como pago de gasolina o estacionamiento, lo cual beneficia a las 10 mil empresas que existen en la ciudad.
La conformación del Centro Municipal de Negocios de Colima capital fue la punta de lanza para impulsar una política de desregulación en el estado, de ahí que a partir de esta primera experiencia se creó un Manual de Operación. Actualmente existe una Red de Centros, cuyas unidades se encuentran distribuidas en cada cabecera municipal.
Con el propósito de allanar más el camino a los hombres de negocios, en mayo pasado se montaron en línea tres trámites: licencia de funcionamiento, licencia de construcción y transmisiones patrimoniales, comenta Gutiérrez Villalobos.
Los beneficios son claros para las actividades productivas, tanto en reducción de tiempos como de costos, sobre todo si se considera que el estado de Colima cuenta con el puerto de Manzanillo, uno de los puntos de entrada más importantes del país, dice el agente aduanal Andrés E. Palazuelos Pérez Oronoz.
Incluso, destaca que cualquier empresario puede hablarles a los representantes del Gobierno Federal o a las autoridades estatales o municipales para hacer alguna aclaración sobre sus gestiones, lo que puede atenderse en cuestión de unas horas.
Esta pronta respuesta la confirma el sector privado. “Aquí en Colima contamos con acercamiento y confianza para, con una llamada, establecer un diálogo”, añade Andrés Rivas.
No obstante, el representante empresarial reconoce que toda disposición de gobierno debe pasar por un proceso de mejora continua, por lo que deben trabajar en conjunto la autoridad y la iniciativa privada para agilizar los procesos y tener una administración más eficaz.
Colima, como entidad federativa, ha demostrado que reducir las cargas administrativas es una de sus prioridades, al haber adoptado al 100 por ciento las recomendaciones que dio la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) en su Guía para Mejorar la Calidad Regulatoria de Trámites. En este sentido, se mantiene una constante interacción y trabajo con las autoridades de su ciudad capital.
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