Mayor rendimiento de combustible, menor emisión de agentes contaminantes y la máxima eficiencia en el traslado de personas, son las condiciones ideales que debe cubrir un modelo de transporte urbano. o obstante, estos objetivos son difíciles de alcanzar si se toma en cuenta el crecimiento de la población y la expansión de as zonas metropolitanas.
En algunos países europeos, la infraestructura para la movilidad cubre las necesidades de toda la población, sin embargo la realidad en México es muy diferente, ya que todas las metrópolis, con excepción de Guadalajara, Jalisco; Monterrey, Nuevo León y el Distrito Federal (DF), carecen de un sistema de trenes urbanos como el Metro, explica Harald Hauke, vicepresidente de Mercedes Benz Autobuses México.
El directivo refiere que debido a lo anterior, en nuestro país existe una gran cantidad de camiones que intentan cubrir las necesidades de los pasajeros; a tal grado de que en las ciudades mexicanas circulan la misma cantidad de vehículos que en toda América Latina, sin incluir a Argentina y Brasil.
BRT, EL REFERENTE
Harald Hauke asegura que las alcaldías mexicanas tienen a su alcance varias opciones para incorporar esquemas de transporte motorizado sustentable, a la altura de las innovaciones que han adoptado los países del primer mundo.
También recuerda que en México la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) exige a los concesionarios el certificado EPA 04, un estándar de calidad originario de Estados Unidos, para regular las emisiones contaminantes de las unidades. Los vehículos de nueva generación cumplen con dicha norma, incluso con otros sellos más exigentes como el EURO V, de procedencia europea.
Una de las tendencias internacionales más exitosas es la introducción de autobuses de tránsito rápido (BRT por sus siglas en inglés), los cuales ya operan en las ciudades mexicanas más grandes como Puebla, Puebla; Chihuahua, Chihuahua; Villahermosa, Tabasco; León, Guanajuato y el DF.
Hauke hace ver que estas unidades motorizadas han demostrado ser eficientes y seguras, además de que han reportado grandes ahorros económicos a las arcas de los gobiernos. Sin embargo, admite que entre las tareas pendientes que ocupan a los desarrolladores de transporte tiene prioridad el costo de los combustibles. El diésel con el que funcionan estos autobuses ha elevado los costos de operación en los últimos años, debido al incremento en los precios de los energéticos, pero confía en que se mantendrá la comercialización de estas unidades durante la siguiente década.
MEJORAR LOS ESQUEMAS
A pesar de los avances en la disminución de gases contaminantes, gracias a las certificaciones como EPA 04 y EURO V, el directivo adelanta que muy pronto entrarán al mercado vehículos que funcionan con gas natural, lo que logrará disminuir las emisiones tóxicas hasta 90 por ciento en comparación con los vehículos que actualmente operan.
Dichas unidades tendrán un contenedor de combustible sobre sus techos e incorporarán elementos de seguridad para garantizar el bienestar de los usuarios. Asimismo, los dispositivos que proveen de gas a los vehículos se podrán adaptar a los requerimientos y a las dimensiones de cada tipo de autobús, con el propósito de mejorar la eficiencia.
Además de normas ecológicas más estrictas y de sistemas de combustión más efectivos, Harald Hauke refiere que es indispensable incorporar mejores esquemas de transporte en las metrópolis del país. El directivo sostiene que para lograr dicho objetivo, los funcionarios encargados de elaborar políticas públicas en la materia deben considerar las dimensiones de las calles y avenidas, así como de la infraestructura para que las redes de movilidad no colapsen, entre otros aspectos.
Por ejemplo, para instalar una línea de BRT, las ciudades deben contar con vialidades de por lo menos cuatro carriles.
PLANEAR A FUTURO
El representante de la firma alemana de autobuses considera que se debe pensar en transportes complementarios. Es decir,que si existen posibilidades de instalar un medio como el Metrobús en una avenida principal, se debe reforzar la red con otro tipo de vehículos que puedan transitar en caminos más angostos, con el objeto de cubrir la máxima extensión posible de territorio.
Asimismo, los tomadores de decisiones también deben tener en cuenta la creación de estaciones con las dimensiones físicas necesarias para atender la demanda de los usuarios, además de otros elementos como máquinas despachadoras y torniquetes suficientes, así como servicios de limpieza y de seguridad.
Harald Hauke recomienda a los alcaldes planear a futuro, lo cual implica crear infraestructura no para los próximos cinco años, sino para 30 o más, ya que el crecimiento de la población comprometerá el funcionamiento de los sistemas si éstos no se diseñan adecuadamente.
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