Los municipios tienen a su cargo los servicios de limpia, recolección, traslado, tratamiento y disposición final de residuos, según lo establece el Artículo 115 constitucional. Sin embargo, dichas tareas se desarrollan de forma inapropiada e insuficiente por los ayuntamientos, debido a los escasos recursos con los que cuentan, infraestructura deteriorada o inexistente, así como a la falta de planeación. Esto provoca que generalmente no se cumpla con la norma oficial mexicana NOM-083-SEMARNAT-2003, referente a la protección ambiental de los sitios de disposición final de residuos sólidos urbanos.
Pese a que este rubro llega a significar hasta 20 por ciento de su presupuesto, apenas 5 por ciento de los municipios ha resuelto el problema de la basura. Debido a lo anterior, el Banco Nacional de Obras y Servicios Públicos (Banobras), a través del Fondo Nacional de Infraestructura (Fonadin), creó en 2002 el Programa de Residuos Sólidos Municipales (Proresol). Con éste se apoya a los gobiernos municipales y estatales con las inversiones que necesiten para proveer de servicios de recolección y disposición de basura a través de recursos de la Federación. A través del Proresol se busca incentivar la participación privada en la prestación de esos servicios, lo que permite a los municipios, además de dedicar recursos a otras áreas de importancia, incluso obtener ingresos adicionales mediante el reciclaje.
Los apoyos que brinda el programa se dividen en dos rubros: la elaboración de estudios para los proyectos de residuos sólidos, y apoyo financiero no recuperable para el desarrollo de inversiones. Entre las inversiones podemos contar aquellas destinadas a vehículos y equipos de recolección, barredoras mecánicas, construcción de estaciones de transferencia, rellenos sanitarios, oficinas administrativas, plantas separadoras de basura y clausura de tiraderos a cielo abierto o sitios no controlados.
LIBERAR RECURSOS
Eugenio Amador Quijano, subdirector de Agua, Energía y Medio Ambiente del Fonadin, pide valorar la participación privada en materia de basura, la que ofrece dos ventajas principales: “Primera, diversifica las fuentes de financiamiento, ya que la iniciativa privada va a meter capital y se le va a pagar en 20 años, y hoy no hay créditos a ese plazo para los municipios. Segunda, en los servicios se le va a exigirel cumplimiento de la norma de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat). Pero se trata de empresas con mucha experiencia que llegan con ofertas muy agresivas y altos estándares de calidad”. Además, con la inversión privada los ayuntamientos pueden liberar recursos para dar atención a otras de sus funciones y servicios, al mismo tiempo que pueden cuidar adecuadamente el frente de la basura.
Para poder avanzar en el proceso de privatización de este servicio, Amador recomienda incluir en los proyectos a grupos como el sindicato de trabajadores y personas que están en la informalidad, como los pepenadores, quienes también resultan beneficiados al mejorar sus condiciones laborales. A cambio de esos beneficios y de aportar 50 por ciento de apoyos a fondo perdido, el Proresol pide a los ayuntamientos el pago de una contraprestación que sirva como blindaje financiero para que el empresario tenga una garantía de pago y esté seguro de invertir a largo plazo.
DE PRIMER AÑO
Como experiencia exitosa se puede destacar el caso de Tuxtla Gutiérrez, Chiapas. Este municipio tuvo un apoyo a fondo perdido de 64 millones de pesos, y realizó una licitación transparente, tras la cual la empresa que ganó tuvo el apoyo del Proresol para hacer las inversiones necesarias por 188 millones de pesos. Tras esto, la ciudad cuenta con 40 camiones de recolección nuevos, 2 barredoras mecánicas y un centro de transferencia; en éstas los antiguos pepenadores trabajan en el reciclaje de la basura, de lo que se obtienen recursos adicionales para el municipio.
Amador Quijano estima que de las 100 ciudades más grandes del país, 60 ya tienen un operador privado. Por lo tanto, ahora el desafío es apoyar a la ciudades medianas.
El mercado al que se dirigirá el Proresol es el de los 400 municipios que tienen entre 20 mil y 50 mil habitantes.
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