La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) reconoce que, la migración o desplazamiento interno de las personas indígenas se presenta por varios factores, principalmente la necesidad de escapar de los conflictos y la persecución, los impactos del cambio climático, el despojo de sus tierras y la desventaja social.
Foto: Senado de la República.
En América Latina, alrededor del 40 por ciento de todos los pueblos indígenas viven en zonas urbanas; en México una de las principales razones de su desplazamiento se debe a la violencia ejercida por grupos armados y células de narcotráfico.
A finales de enero del presente año se registraron en Chiapas una serie de quejas por parte de indígenas para exigir que el Gobierno de México reconozca el desplazamiento forzado por la violencia que se vive en el estado bajo el asedio del crimen organizado.
200 indígenas del municipio de Chenalhó marcharon por las calles de Tuxtla Gutiérrez, capital de Chiapas, para pedir al presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, que actúe contra los grupos criminales de la región.
Los manifestantes expresaron que, llevan año y medio de desplazamiento forzado, han tenido mesas de diálogo con el Gobierno sin recibir alguna respuesta; además, la Fiscalía del Estado no informa avances de la investigación sobre personas desaparecidas.
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En 2023, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) reportó que, la mayor concentración de los desplazamientos forzados de comunidades se dio en Oaxaca donde se reportaron 20 casos, seguido de Chihuahua con cinco reportes, Guerrero y Michoacán con cuatro y Chiapas con tres.
“En México, adicionalmente a los desafíos estructurales que han afectado a los pueblos indígenas generando importantes brechas de desigualdad, marginación y acceso a sus derechos, también enfrentan violencia por parte de diferentes actores, incluidos grupos del crimen organizado, quienes disputan el control de su territorio” señala el informe de la ONU.
Debido a estas situaciones colectivos y activistas indígenas solicitan reuniones con el gobierno y autoridades federales; lastimosamente no tienen respuesta y al querer defenderse por su cuenta son víctimas de homicidios lo que los lleva a dejar su lugar de origen.
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