Inicia revolución anticorrupción

por | May 1, 2010 | Expediente Abierto, Mayo Junio 2010 | 0 Comentarios

SVCEn materia de transparencia, rendición de cuentas y combate a la corrupción, México vive una auténtica revolución, silenciosa pero apabullante. De manera gradual se construye la nueva plataforma mediante la cual los ciudadanos podrán vigilar de manera más estrecha y efectiva la forma en que el gobierno gasta el dinero público.

Una herramienta de esa nueva plataforma es la Ley General de Contabilidad Gubernamental (LGCG), que se publicó en diciembre de 2008 y que contempla fases de cumplimiento que culminarán en 2012. El secretario de la Función Pública, Salvador Vega Casillas, explica el objetivo básico de dicha legislación: “Si queremos rendición de cuentas, primero debemos tener las cuentas”, y precisamente para ello se decretó la Ley mencionada, para homologar los sistemas contables de los gobiernos Federal, estatales y municipales, sobre todo de los dos últimos, cuyos activos, pasivos y patrimonio, así como ingresos y egresos, carecían hasta ahora de evaluación y vigilancia por parte de la sociedad.

El hombre encargado en el país de vigilar que los fondos federales se manejen en forma correcta y que los hombres ligados a ellos se conduzcan con honestidad, conversó con Alcaldes de México sobre los alcances de esta nueva Ley, los retos que hay para lograr su cabal cumplimiento en 2012 y los avances logrados en los últimos años en materia de transparencia, rendición de cuentas y combate a la corrupción.

El titular de la Función Pública se muestra convencido de que la LGCG repre sentará un parteaguas, y de que el rostro de la rendición de cuentas cambiará por completo en México, porque se sabrá lo que se gasta en cada esfera de gobierno y cómo se gasta, además de que las evaluaciones de las cuentas públicas serán homogéneas y, por lo tanto, comparables con otros estados y municipios.

“Hasta ahora no ha habido una verdadera rendición de cuentas en el país, muchas veces lo que se presenta es un reporte parcial en algunos estados y municipios. Lo que tendremos en adelante es un sistema integral que permitirá saber exactamente qué se hizo con el dinero, ayudará a que haya una mejor supervisión ciudadana y podremos comparar la eficiencia y eficacia de un gobierno respecto a otro.”

Por supuesto que el reto para implementar la Ley en el tiempo previsto (2012), es tan gigantesco como los resultados que se esperan de ella, sobre todo si se toma en cuenta la disparidad que existe entre los 2,440 municipios y los 32 estados del país, así como la enorme diferencia de recursos que hay entre uno y otro.

Al respecto, Vega Casillas adelanta que una vez que el Consejo Nacional de Armonización Contable (Conac) —derivado de esta Ley— emita todas las normas y lineamientos de la nueva legislación, se capacitará a los tesoreros de los estados y a los funcionarios que se encarguen de esas tareas en las localidades. Asimismo, la Secretaría de la Función Pública (SFP) apoyará continuamente a través de las reuniones periódicas que efectúa con los contralores de los estados. Pero también advierte que se involucra un tema de voluntad y de iniciativa particular de cada uno de los gobiernos locales, a los que exhorta para que empiecen a trabajar cuanto antes en estos temas.

Así, se espera que este año y el próximo sean intensos en cuanto a la creación del marco normativo necesario para que la Ley se cumpla. De hecho, expone el funcionario, hay muchos temas técnicos que todavía tiene que resolver el comité consultivo del Conac, y uno de los más complicados es la valuación de los activos históricos y su depreciación; por ejemplo, qué valor se le puede asignar al Zócalo o a algún otro monumento. También está pendiente definir la depreciación de los bienes de uso cotidiano, como automóviles y mobiliario, entre otros.

“Es un hecho que deberá diseñarse un sistema sencillo de operar para que no signifique una carga administrativa excesiva para los municipios, especialmente los más pobres”, dice el entrevistado, y aclara que aunque la SFP es responsable de vigilar el ejercicio de los recursos en el gobierno Federal y de las partidas federales que se asignan a estados y municipios, las sanciones para los gobiernos que incumplan dependerán de la Ley de Responsabilidades de los Servidores Públicos que exista en cada estado.

TRANSPARENCIA FOCALIZADA

El paso a pasoUna cosa lleva a la otra, rendición de cuentas y transparencia son dos conceptos estrechamente ligados. En cuanto al segundo, Vega Casillas comenta que se avanzó mucho en 1996, cuando se inició el desarrollo del sistema de Compranet, que dio visibilidad a las adquisiciones de gobierno; pero si bien en aquel momento fue una innovación que marcó pauta incluso en otros países, en los años siguientes se rezagó.

“En la actualidad estamos construyendo los sistemas para arribar a la siguiente etapa en México, que es la transparencia focalizada, porque una cosa es conocer los datos de lo que se hace en la administración pública, y otra, muy distinta, es distinguir cómo funciona el gobierno, con qué eficiencia y a qué costos”, menciona.

Está convencido de los beneficios de la “transparencia focalizada”. Sus razones son que si en este momento, por ejemplo, alguien desea saber sobre una licitación, busca en Compranet, pero si quiere averiguar a qué precio compró un mismo lápiz cada una de las entidades gubernamentales e identificar cuál lo compró más caro o más barato, no hay manera de saberlo, a menos que se revise una por una.

También es posible saber cómo se ganó una licitación, pero no el historial de cada proveedor: si ha quedado mal en ocasiones anteriores, si cumple a tiempo, si se le hicieron efectivas fianzas o si le fue rescindido algún contrato. “A eso llamamos transparencia focalizada, a saber cómo se comportan los proveedores y también los compradores, cómo se adquiere cada uno de los materiales o cuál es el resultado de la aplicación de una política de gobierno”, detalla.

Es evidente que para pasar a esta fase superior de la transparencia se requiere, entre otras cosas, invertir en tecnología, de modo que se construyan los sistemas que arrojen dicha información, y en eso se ha trabajado, afirma el Secretario. Por otro lado, refiere la necesidad de fomentar continuamente la culturización de los servidores públicos para que cada día hagan pública más información, fundamentalmente a través de las páginas de Internet.

VIENE UN ALUD DE DENUNCIAS

Botones de muestraCuando escuchamos o leemos sobre funcionarios, federales o locales, que son detenidos por malversación de fondos, lo que está detrás de la acción de la Procuraduría General de la República (PGR) es una denuncia penal de la Función Pública. En este sentido, Salvador Vega menciona que, mientras hasta hace un par de años la Secretaría presentaba ante la PGR un promedio de 10 a 12 denuncias anuales, en 2009 se registraron 25, y en el primer trimestre de 2010 la cifra subió a 55, es decir, en tres meses el número fue igual al de los tres primeros años de esta administración.

¿A qué se debe?

Para contestar esta pregunta, detalla los tres frentes que, bajo su gestión, la SFP abrió para combatir la corrupción:

1.- Castigo ejemplar. En 2009 se cambió por completo la visión de esta tarea, ya que antes se tenía un enfoque más administrativo. Las autoridades de la SFP consideran que la corrupción es un delito y que debe perseguirse como tal. “Los resultados son evidentes: mientras en años anteriores se presentaban alrededor de 10 denuncias penales al año, que involucraban a 10 ó 12 servidores públicos, en 2009 documentamos 25 denuncias penales contra 116 personas, sin incluir 16 operativos de suario simulado, mediante los cuales se detuvo a 21 personas”, precisa.

“Más aún, sólo en los primeros tres meses de 2010, la Secretaría presentó 55 denuncias penales, el mismo número que en el primer trienio de la administración, y planeamos mantener este ritmo en lo que resta del año; tenemos muchos casos ´cocinándose’.”

El titular de la SFP señala que la corrupción es un problema que siempre ha existido, no obstante, el gobierno Federal ha cambiado y fortalecido el combate contra este ilícito mediante la modificación a la Ley de Responsabilidades de los Servidores Públicos y del Código Penal.

“El combate a la corrupción no estaba dando los resultados esperados, porque al revisar procedimientos se hallaban errores administrativos; hoy que ya existe la tipificación de delito, los hallazgos de corrupción están creciendo exponencialmente.”

Por otra parte, se ha puesto mayor énfasis en la revisión de los fondos federales que se asignan a estados y municipios, y ahí se han presentado denuncias penales en las que ya han sido liberadas órdenes de aprehensión, como es el caso de dos secretarios del gobierno de Oaxaca, añade.

2.- Reestructura de la SFP. También en 2009 se modificó la operación de la Secretaría. Se cambió alrededor de 70 por ciento de las funciones y perfiles, se eliminaron áreas de regulación y aumentaron las de desregulación. Para detectar actos de corrupción se crearon unidades de investigación con técnicas especializadas, que se sumaron, a su vez, a medidas de auditorías.

“Otra novedad que ayuda al combate de la corrupción es la relación y cooperación que hoy tenemos con distintas dependencias del gobierno Federal. Realizamos cruces de información con el SAT, la SSP, PGR y la SHCP, entre otras, con las que nos reunimos y llevamos los casos de manera conjunta.”

3.- Desregulación. Muchos actos de corrupción se dan porque el ciudadano no puede con la maraña de trámites que debe realizar ante dependencias de gobierno, y es más fácilmente víctima de quien le pide dinero para no cumplir con toda esa normatividad. Por ello se emprendió una ardua labor de desregulación y simplificación, afirma el Secretario.

El año pasado se redujeron 3 mil normas administrativas y 800 trámites, pero la medida fue insuficiente, así que se cambió a un esquema de “desregulación base cero”, como la llamó el presidente Felipe Calderón, para eliminar 7 mil normas más y una cantidad todavía no definida de trámites.

A decir del titular de la SFP, las reformas y acciones emprendidas por la dependencia no tienen precedente y todos esperamos que los resultados empiecen a conocerse en cascada muy pronto. Habrá que ver.

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Norma Pérez Vences

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