Ante las exigencias actuales de un mundo que va a toda velocidad en materia de inteligencia artificial, análisis de datos, espacios colaborativos y campos de conocimiento expandidos, es importante la creación de oportunidades educativas acorde a esas exigencias.
Foto: Tecnológico de Monterrey.
Considerando los problemas a los que se enfrenta la sociedad, que son complejos, multifactoriales, globalizados y con múltiples soluciones, se requieren soluciones tecnológicas que sean innovadoras, de vanguardia y que no sirvan solo en la teoría, sino también en la práctica. Estas soluciones pueden venir desde el terreno educativo.
Ya que la tecnología es indispensable en el crecimiento de cualquier industria, es menester cerrar la brecha en el uso de la Ciencia de Datos en las organizaciones mexicanas, pues su uso incide directamente en mejores decisiones a través de análisis y otras herramientas informativas y útiles que, a corto plazo, son capaces de generar propuestas valiosas y hacer más eficientes los procesos.
Todo esto bajo la perspectiva de problemas reales y relevantes para la ciudadanía, sin perder el componente ético. El impacto de estas ciencias puede ser alto no solo en las grandes ciudades, sino también en estados y municipios en donde es esencial entender patrones, mediciones y necesidades.
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Esto incide directamente en el panorama político actual: Claudia Sheinbaum y Xóchitl Gálvez, científicas de profesión, están en la carrera por la presidencia del país. Para 2024, el gobierno Federal destinará 33,170 millones de pesos para el área de Ciencia, Tecnología e Innovación, presupuesto que ha registrado una disminución sistemática desde 2015.
Los expertos señalan que es sólo 0.18 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) de México, un porcentaje bajo frente al 1.5 por ciento que recomiendan organismos internacionales. El reto ya no está en convencer a nadie de la utilidad, sino en dar seguimiento a los avances y que el nuevo gobierno tenga más enfoque en estas áreas.
Fernanda Durand, directora del Centro de Ciencias de Datos de la Escuela de Gobierno y Transformación Pública del Tecnológico de Monterrey, comentó: “Hoy lo difícil no es que el Gobierno esté cerrado a la innovación, o que las personas tengan miedo o no la entiendan. Analistas, directivos y otros tomadores de decisiones ya tienen noción de para qué se pueden usar los datos o qué significan, (por lo que) hoy, el mayor desafío es encontrar los datos correctos, limpiarlos, asegurar su calidad y cómo los aplicamos a políticas públicas que impacten a las personas.”
Otro de los desafíos mencionados por Durand está en los sesgos inconscientes que tenemos como ciudadanos, las diferencias que encontramos en lo social, y las limitaciones geográficas; en cada municipio o localidad de México, la naturaleza de los datos es distinta.
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Los expertos en el rubro deben luchar contra esos sesgos para darle el mismo nivel de importancia a los datos obtenidos independientemente de su origen, y asegurar que sean de calidad para que esta misma se impregne en resultados y en los servicios recibidos por la población.
“La ciencia de datos se puede utilizar para un rango enorme de proyectos que van desde marketing y finanzas, hasta la afinación de procesos en la agricultura. Todo impacta en los humanos, pero hay modelos que tienen un impacto más directo”, expuso.
“Si nosotros podemos apoyar a que las decisiones estén basadas en datos, basadas en evidencias y que estén bien pensadas e informadas para luchar contra las desigualdades; dar algunas soluciones potenciales y recomendaciones respaldadas con datos, creemos que podemos impactar en la política pública y en la sociedad mexicana, ya sea en temas de economía, migración, educación u optimización de procesos que nos vuelvan más competitivos económicamente”, destacó Durand.
Por último es importante recordar que ante cualquier tecnología, no debe quedar rezagado el elemento humano, ni el valor de una perspectiva amplia, multidisciplinaria y social para que la identificación de los problemas sea eficiente, y las soluciones, útiles. El objetivo final del uso de la tecnología debe ser construir comunidad, y que a través de esto se promueva el uso de la Ciencia de Datos en políticas públicas, lo que implicaría un impacto mayor en la sociedad en general.
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